domingo, 16 de noviembre de 2008

RdM 2 - Sfidenze 1: Ni tan cerca ni taaan lejos

Mediodía de domingo, pasión albinegra. En puerto madero un vengativo Resto del Mundo se juntó otra vez para deslumbrar los ojos de sus aficionados. El equipo de las multitudes se enfrentó con el aún no consagrado campeón de la categoría, Atlético Sfidenze. Ante la ausencia del volante-delantero Fran (por lesión) y del delantero-estaca yo(por suspensión) el equipo salió al terreno de juego con una formación alternativa. Al arco, por supuesto, el Alca; la línea de tres sin alteraciones: Mula, Peralta y Musgol. En el medio reaparecía por izquierda Botomágico, por el medio Manu y por derecha, el oriental Yu. Arriba, el eterno Millo y el capitán previo promesa de gol.

Desde el comienzo el partido se hizo trabado, la pelota se disputaba en mitad de cancha y en ese juego la figura del Mago Manuel se hizo cargo de la tarea encomendada y manejó los hilos del juego. Pocas llegadas ocurrieron en los primeros minutos, Resto tenía la pelota pero carecía de peso ofensivo, el rival concentraba sus intentos en pelotazos al 14, quien demostrando gran técnica para bajar la pelota parecía quedarse sin ideas al apoyar los dos pies en el piso; desde ya, (y antes que me puteen) cabe destacar el mérito de la siempre rugosa defensa albinegra.
Promediando la etapa inicial, RdM obtuvo la primera chance de riesgo del partido. De un lateral por izquierda efectuado por el jugador de rulitos, que no es Musgo, encontró el botín derecho del capitán, quien de afuera del área clavó un suave derechazo que entró pidiendo permiso por el primer palo. Promesa cumplida, gargantas llenas de “gol” y segunda dedicatoria del año para el fiel barrabrava.
El trámite del encuentro se complicaba, los negros buscaban por todos lados el empate que asegurase la soledad en la punta del torneo. Justamente, unos minutos más tarde, cerca de la finalización del primer tiempo, lograrían su cometido. En uno de los tantos pelotazos recibidos por nuestra defensa, Musgo y Peral formaron parte de un blooper que culminó en el empate transitorio. (Voy a comentar el gol como lo recuerdo en mi cabeza, cualquier similitud con la realidad es mera coincidencia, fue hace mucho tiempo, en fin…) Pelotazo lejos de los delanteros rivales que primero el más alto de los centrales pifia y luego el jugador de muchos nombres recibe e intenta salir jugando sombrerito mediante. Desafortunadamente, el dios del fútbol retiró la magia de los botines de Musgol y el balón impactó en el pecho del nº 14 rival, quien primero se frenó y luego, ante la muy lenta salida del guardameta, aprovechó para tocar el esférico por un lado e ir a buscarlo por el otro dejando a nuestro portero pintado para finalmente empujar la redonda tras la línea de gol. 1 a 1 y protesta restista infundada por supuesta mano inexistente. Fin de la primera mitad, refresco en las canillas y palabras de motivación desde la tribuna: “sigan así que estamos bien”.

La segunda parte fue parecida a la primera. Por los pies del mediocampo blanco se intentaba jugar al futbol mientras que los negros intentaban pasar esa línea por medio de pelotazos al hábil delantero rival. En una de esas jugadas, por mitad de cancha, Boto conduce el juego por el andarivel izquierdo e intenta jugar hacia el medio para la llegada de ¿manu?, ¿ferka?, en fin… El balón atraviesa todo el campo para caer en posesión del dictador restista, quien piensa: “le pegué una vez en el año al arco (nótese que estamos hablando de arco en relación al espacio demarcado por los tres palos y no al área alrededor) y entró, poray esa era la clave del fulbo… Mah sí… yo castigo de nuevo”. Y ayudado por un rebote en el pequeño jugador rival se cumplió su presagio; y sí, la pelota entró por la ratonera, muy lejos de la estirada del arquero. Resto era pura fiesta, la barra agitaba las banderas mientras la platea aplaudía.
A punto estuvo Sfidenze de empatar el encuentro, otra vez a través de desentendimientos entre los zagueros; (nuevamente me cuesta asegurar la ocurrencia de estos sucesos) esta vez, fueron la Mula y el chulo quienes participaron de la escena; el hincha de huracán bajó la pelota hacia Peralt, quien a su vez se corrió para cedersela a un rival. Por suerte, Francisco reaccionó a tiempo para cortar el avance del atacante quien entrando al área fue impactado desde atrás por nuestro defensor cometiendo un claro penal que no fue sancionado. Corner para los negros y puteada para los muy putos que nos hacían sufrir de nuevo.
En resumen, así se fue (según mi imaginación) el último partido del año, RdM volvió al triunfo y demoró, por escasos minutos, el festejo del campeón. Aunque sería injusto concluir estas demoradas palabras sin antes nombrar la hermosa patada en el pecho que recibió la cobra: encarando en velocidad fue frenado a seco por los tapones levantados de un asesino serial que fue castigado con una simple amarilla.

Y como el partido, se fue el año y el primer torneo de Resto en la categoría más alta del futbol maderense. El resultado fue más que positivo, empezamos el año con el objetivo de mantener la categoría y partido a partido, resultado a resultado, demostramos que estamos a la altura de las circunstancias y nos convencimos de que tenemos equipo de sobra para ser campeones.

Uno x uno

Alca(7): Firme como todo el año, muy bien de arriba salvando al equipo en muchos centros. Pudo haber hecho algo más en el gol.

Musgo(5): Impreciso en las pelotas aéreas y formó parte fundamental del blooper que conllevó al empate. Por otro lado estuvo muy bien marcando al mejor jugador rival.

Peral (4): Desconocido; su partido más flojo del año, mal de arriba (pifió muchas veces) y formó parte de las dos jugadas más riesgosas del equipo negro.

Mula(6): Lo mejor de la defensa restista, si bien formó parte de la última jugada de riesgo en contra, supo ajusticiar al rival a tiempo y zafó de que le cobren un claro penal.

Ferka(6): Bien en la lucha en mitad de cancha aunque esta vez no aportó vértigo a la ofensiva blanca.

Manu(9): Distinto, hábil, pícaro, se mufó de su marca y manejó los hilos del juego. Actuación consagratoria en un puesto poco común.

Boto(7): Huevo, no encuentro mejor palabra para resumir su actuación. Corrió como loco, marcó, fue al piso y encima de eso, jugó al fútbol.

Bollo(8): La carta de gol. Se vistió de delantero, prometió y cumplió con creces; dos zapatazos de afuera del área para darle el triunfo a RdM.

Millo(6): Muy solo, no consiguió descargar los pelotazos que supo bajar y tampoco consiguió darse vuelta para buscar el arco. Corrió y presionó con ganas.

Fran(-): No entró, esperemos que el año que viene te traiga más suerte y menos lesiones, el equipo necesita tus goles.
La hinchada: Juan Cruz como siempre. Además Carla, su hermana (perdón), la novia de Ferka (perdón x 2), Yami y yo.

domingo, 9 de noviembre de 2008

RdM 0 - OSDE 1: Una pena...

En las tierras puertomadereñas, otra tarde dominical bajo un sol a pleno peronismo constituía el marco de un nuevo encuentro de nuestro querido Resto del Mundo, de importancia esencial en las aspiraciones para campeonar. Ante la ausencia del Mago Manuel, se planteó un 11 titular que había entregado buenos resultados: Alca; Mula, Pepe, Musgo; Ferka, Bollo, Fran; Pablo y Millo. Enfrente, OSDE, un viejo conocido al cual, hasta ese momento, no le habíamos podido robar ni siquiera un empate. Y esta vez, no sería la excepción.

Pitazo inicial, y RdM se mostraba motivado y con sed de revertir la pálida imagen dejada un fin de semana atrás, monopolizando el manejo del balón e insistiendo en ataque por todos los flancos. No obstante, este dominio parcial no pudo traducirse en chances netas de gol, ante un rival que, fiel a su historia, poco proponía. A los 10 minutos del primer tiempo, pablo recibe de espaldas en la mitad del campo, ante la feroz y mal-intencionada marca de un jugador rival. El crack restista, de mecha cortísima, reacciona incensus ira con vehemencia innecesaria, ante lo cual el juez del encuentro decide mostrarle la cartulina colorada en una polémica decisión. El prepúber árbitro sería protagonista lamentable del partido, con un sinfin de errores, una sed insaciable de sacar tarjetas (en muchos casos, innecesarias) y una escasa autoridad. Como nota de color y testimonio de la pauperidad del juez, sacó dos amarillas a Su Chuleza pero no le pintó sacarle la roja. Si, si, una vergüenza. En fin, el Resto quedaba con un jugador menos, pero no un carlitos, sino su carta de gol, su as de espadas, su figura. Y de aquí en adelante, todo se haría cuesta arriba. El primer tiempo terminaría sin mayores acontecimientos.

Antes del comenzar la segunda parte, nos dimos una cálida palabra de aliento para dejar la vida en pos de un resultado necesario y hasta ese momento, merecido. Luego del pitazo, sólo habría más de lo mismo. Promediando la etapa, la dupla técnica opta por sacar al Gordo Ezequiel, quien luchó y luchó pero paradógicamente, no pesó, y dar una oportunidad al Cabe Federico. Ya faltando 2 minutos para el final, puede rescatarse que el impresentable árbitro expulsa a un jugador de la obra social luego de una infracción sobre el Capitán. Finalmente, ante uno de los incontables intentos de RdM en ataque, se pierde el balón y, con el Resto decididamente en ataque, un defensor rival logra llegar en inmejorable posición ante el guardameta circense, definiendo por sobre su huminidad con calidad y suficiencia. Era el 1-0 y el adiós del sueño de campeonar. Ya no quedaría más tiempo.

Una verdadera pena, pues este resultado nos extirpa las últimas chances de campeonar, esas mismas chances que ya habían quedado minusválidas luego de la dolorosa derrota de la fecha precedente. Con este resultado, el próximo partido, que estaba llamado a ser la finalísima del torneo, no será para nosotros más que un partido por el honor.

Vamos Resto! Vamos a ganarle al Sfidenze y a quitarnos esta mufa tan desagradable. La tristeza es grande, no hay que negarlo, pero luego de partidos como estos, no hay nada que reprocharse. Dejamos el alma y el cuerpo, y no se nos dio. Más no puede hacerse. La Frente en alto, mis compañeros restistas!

Uno x Uno

Alca (5.50): Ninguna responsabilidad en el gol. Cumplió.

Mula Di Fabio (5.50): Partido correcto del stopper, como todo a lo largo del torneo. Destacable.

Chulo Peperalta (5.50): Más allá de su escasez de palabra, es el jefe de la defensa. Maneja tiempos y movimientos. Buen partido.

Musgo Muschitiello (6.00): Pilar de la defensa restista. Es entrega y sacrificio; es leña y pierna fuerte; es criterio y despliegue. Se insiste: es debilidad de quien relata.

Lic. Yu (6.50): Su potencia y vehemencia intimidan. Gran partido del hombre-estampida.

Capitán Boullosa (6.50): El jefe del futbol restista, con un incansable desempeño en defensa y un criterioso manejo ofensivo. Figura del match.

Francesc Barone (6.00): Remarcable sacrificio de la saeta, multiplicándose a la hora de cubrir espacios. No logró gravitar en ataque, pero jugó un gran partido en defensa.

Pablo Esteban (-): La actuación futbolística del As de Espadas no es calificable, mas su actitud extrafutbolística, por demás repudiable. Su irritabilidad deberá ser un tema a trabajar para el año próximo.

Gordo Ezequiel (5.00): Corrió mucho, con incansable voluntad. Pintaba para hacer un buen partido cuando éramos 9. Después se le hizo cuesta arriba y no pesó en ataque (by El Capitán).

Cabezón (5.00): Entró para jugar y luchar los últimos 10 minutos, pero no pudo destacarse. Está volviendo.

Reservas e Hinchada(10.00): Boto y Juancito (Jugador #10) no pararon de alentar a sus compañeros. Se destaca, ahora sí, la actitud positiva de Pablo, que motivó continuamente luego de su salida precipitada del rectángulo de juego.

miércoles, 29 de octubre de 2008

RdM - Los Osm*n*k: dale Resto que no ha pasado nada

El último domingo del mes de octubre se preparaba para albergar un partido de trascendencia indiscutible. Resto del Mundo, el equipo de las multitudes, el preferido del pueblo, exponía la punta del certamen, a tan sólo 3 fechas de su epílogo. A las 11 de la mañana, bajo un calor padre, el conjunto albinegro se vería las caras con su par osmonikeano, lo cual implicaba un condimento extra al ya importantísimo momento del campeonato que se vive. Este clásico, inventado allá a lo lejos por 2004 por el equipo gris (cual flogger hincha de Vélez busca llegar a ser clásico de San Lorenzo) como intento vano por desenterrarse del alma –sólo por ponerle eufemismo a la cosa- la humillante, categórica e inolvidable paliza recibida una temporada atrás en la final de la última olimpíada, tuvo más de mediático que de concreto a lo largo de estos años. Tan sólo el año último, un diezmado Resto del Mundo estaría más cerca, pero acabaría en tablas con su rival. Luego de ese antecedente, ambos cuadros se verían las caras, esta vez en el marco de la categoría A.
La escuadra restista se veía obligada a sumar de a 3, para no aflojar en la lucha cuerpo a cuerpo por el Scudetto con Atlético Sfidenze, y a la vez dejar sin chances en la pelea a varios equipos, entre ellos su rival de turno. Para lograr este cometido, contaba con todas sus armas a disposición de la dupla técnica, que tras numerosas conversaciones, especulaciones, consultas a sus referentes y demás vicisitudes, dispondría una alineación titular, nunca antes tan democrática como esta vez. En la valla, Santiago Javier, pese a las bromas de quien suscribe a la hora de dar a conocer la formación. La línea de tres defensores la formarían Francisco, Fernando Pablo como líbero, y Nicolás Miguel Félix. En el mediocampo, la banda derecha la ocuparía Fernando, el centro del campo, Pablo, capitán del equipo que acerca estas líneas a los lectores propios y extraños, y por la izquierda, Manuel. La dupla de atacantes la formarían Francisco y Pablo Esteban. Al costado de la línea de cal, hinchada y reservas seguían las acciones atentamente.
Dispuestos ya los players en el terreno de juego, un juez de nivel internacional, el mismísimo que comanda las acciones de Diegote (ahora DT de todos los argentinos gracias a huevones como muchos de ustedes) y sus muchachos en las gestas del Showbol, el gran Pablo Zechillo daría el pitazo inicial, y con ello marcaría el comienzo de los 40 minutos.
El partido empezó como todo partido en el campo, a ver qué pasa. En realidad, Resto del Mundo sabía a la perfección cuáles serían las armas de su rival, y donde debía poner mayor atención. Pelotazos larguísimos a los delanteros, en busca de una falta o un lateral, y de ahí en más, centro a la olla por parte del 5 rival, que aprovecha así su excelsa pegada. La orden era no cometer infracciones innecesarias de mitad de cancha en adelante, y en los primeros minutos eso se fue cumpliendo en buena medida, aunque no podía evitarse recibir envíos cruzados desde los laterales. Sin embargo, todos esos fueron neutralizados, ya sea por seguras intervenciones del guardameta albinegro, o porque los envíos hasta allí no venían siendo lo suficientemente precisos. En uno de los tantos balones disputados en los cielos maderenses, Musgo saltaría a cabecear con un coqueto delantero rival, que le conectaría un nucazo al estilo Hugo Romeo Guerra, para dejar al stopper izquierdo con la nariz completamente ensangrentada. Tras asearse unos minutos (su lugar fue momentáneamente ocupado por Santi), volvió al campo de juego a seguir dando batalla. 24 horas después llegaría la noticia de padecimiento, que de cualquier modo no le impedirá al gran zaguero seguir vistiendo la camiseta del equipo en lo que resta del torneo. Lo que sí, seguramente quede un poco más feo (aún).
De mitad de cancha en adelante, Resto no se asociaba demasiado, y no le arrimaba el juego a sus delanteros, que tampoco se conectaban entre ellos (una constante que preocupa en los últimos partidos). Sin embargo, uno o dos toques sumados a arrestos individuales alcanzaban para preocupar a una defensa compuesta por un gran danés, un cocker y uno sin raza. Ferka se mandó una buena escalada por derecha, y enganchando ante su marca, encaró en diagonal hacia el arco y remató potentísimo aunque desde una posición que le dejaba poco ángulo para convertir. El arquero demostró que cuando la situación lo agarra de frente, responde sin dudas, despejando la pelota al tiro de esquina.
Sin claridad, Resto proponía juego más punzante. Promediando la primera etapa, quien suscribe envía un pase horrible hacia la posición de Pablo, que resulta largo. No obstante, ante la duda de los defensores, que dejan picar la pelota más de la cuenta, la bestia del gol procede a disputarla, imponiendo su potencia en el cuerpo a cuerpo, ganando la posición con muchísimo oficio, llevándose la pelota con gran calidad, y definiendo con un sutil toque ante el achique estéril del guardameta, con una jerarquía impresionante, para que el balón ingrese pidiendo permiso a la portería, y se desate la locura en las gargantas albinegras. El 1-0 ya estaba consumado, y toda la alegría desbordaba los rostros restodelmundistas, que se consolidaban en la punta. El goleador, generoso, le dedicó su tanto a la hinchada incondicional, personificada en el Papu, que agradeció tan noble gesto.
Ahora sí, RdM podía afianzarse en el partido. Las limitaciones defensivas del rival se veían mucho más expuestas a partir de los espacios que generaba el lógico adelantamiento que los grises debieron realizar para buscar el empate. El costado izquierdo del ataque, donde estaba recostado el amigo de los niños, era una zona clara para profundizar. Sin embargo, el queridísimo Fran no encontraría la precisión ni la calma suficiente en ese primer tiempo para saber cuando tocar, cuando encarar, y cómo resolver para sortear su marca. Para que no haya problemas, estaba Pablo: la agarra sobre el costado, gira y encara hacia el área desde la izquierda. Cuando se encontró en una posición cómoda, ensayó el remate con la pierna derecha, buscando el primer fierro del arquero que otra vez no tenía nada que hacer, pero en esta ocasión el caprichoso esférico no tendría mejor idea que dar contra el poste y perderse en el saque de meta. Resto ahora sí era más que su rival, encontraba huecos, ganaba las divididas en el medio de la cancha, y por lo tanto manejaba la pelota, y daba la sensación de que el segundo tanto podía llegar en cualquier momento. En medio de este desarrollo, se diluía el primer tiempo. Sin embargo, de una jugada intrascendente a falta de 15 segundos para que se baje el telón, un lateral es enviado al área. Ferka no llega a despejar ante la entrada por sorpresa de un rival que no tenía marca, y luego de que la pelota le rebote a este último, depararía directamente en la posición del delantero rival que, ya sin marca (Mula estaba haciendo fila a un costado para que le dieran la vianda para la excursión en combi por la reserva ecológica) y en plena área chica, cabecea con precisión, ubicando el balón pegadito al palo, donde nadie pudo evitar que el 1-1 se estampe dolorosamente a fuego en el marcador. Tras el grito de alivio rival, no hubo tiempo para más y nos fuimos para las canillas, a apaciguar un poco el calor y reacomodar ideas para el segundo período, incrédulos de haber perdido la ventaja en el mejor momento del equipo. En una jugada desafortunada, Resto debía volver a empezar de cero en busca de los 3 puntos. A su vez, el equipo recibía un gol en el primer tiempo por primera ocasión en lo que va del año, y cortaba un invicto en la valla del Yosapa de más de 3 partidos.
El equipo no dispuso ninguna variante para los segundos 20 minutos, pero el partido ya no sería el mismo. El rival, envalentonado por el agónico (y poco acorde al desarrollo hasta ahí) tanto conseguido, se adelantó unos metros en el terreno, y comenzó a imponer su juego: pelotazos que complicaban, el oficio de delantero del autor del primer tanto, centros cada vez más precisos al área, y algunos esbozos de juego por abajo a partir de su banda izquierda. Resto perdió muchísimo peso en el mediocampo, hasta ahí patrón de las acciones, y así perdió la pelota. Consecuencia lógica de esto fue la imposibilidad para asistir como se debe a Pablo. Fran, en cambio, intentaba arrancar desde más atrás con la pelota, pero no conseguía desequilibrar por la banda, más allá de una buena acción personal que lo dejó en posición de remate de media distancia, que finalmente se fue muy desviado. Es justo aclarar igualmente que hasta entonces, la escuadra blanca y negra no sufría jugadas de peligro cerca de su área, más allá de jugar más cerca de la propia que de la rival. Por el contrario, era Resto del Mundo el equipo más peligroso, y el que rondando los 10 minutos pudo ponerse nuevamente en ventaja. Pablo, mucho menos activo ahora que en la primera parte, pelea un pelotazo con el arquero y con un defensor, la lucha, hasta el punto en que el balón le queda servido a sus pies, dentro del área, con el arquero tirado, y un defensor adelante. Cuando se dispuso a rematar de derecha hacia un destino de gol seguro, el 14, que venía muy desestabilizado por lo confusa de la maniobra, pifia el remate sin siquiera tocar la pelota, permitiendo la recuperación del zaguero que despeja. Se perdía así RdM una chance clarísimo de quedar 2-1 arriba. Seguida a esa acción, un par de apiladas de Ferka, de esa a las que tanto nos tiene acostumbrados, fueron lo mas incisivo del equipo. Una de ellas derivó en una excelente jugada colectiva, que tras una serie de toques, posibilitó la entrada al vacío por el costado opuesto, es decir por la izquierda, de Manu, que a esta altura entraba poco en juego. El hábil zurdo llegó a posición de gol y remató, pero el balón se fue muy desviado, y otra chance neta se esfumaba, lamentablemente para nosotros. Y así fue que, como bien sabemos todos los que somos asiduos a la práctica y al consumo de este deporte, el fútbol te pasa factura de lo que vos perdonás enfrente. Entonces, a partir de un lateral desde la izquierda ejecutado con brillante malicia por una zurda rival, el balón busca directamente el ángulo del palo más alejado. He aquí lo trágico: Alca ve sobrepasada su humanidad por la trayectoria del esférico, e intenta inútilmente pegar el manotazo que la desvíe por sobre el travesaño, buscando el tiro de esquina. Lo único que consiguió, en cambio, fue convalidar un gol que de otro modo habría terminado en la intrascendencia de un saque de meta. El 2-1 era una realidad inevitable, mientras Trevor, Rachel, y toda esa manga de putos festejaba. A falta de poco más de 5 minutos, Resto acusó el golpe al mentón, y casi se quedó sin reacción. Millo entró por Manu para aportar peso ofensivo, y Fran retrocedió apenas unos metros para ser el nexo. Para colmo, las pelotas paradas de las que se dispuso fueron mal empleadas. Un par de centros quedaron larguísimos, otros fueron derechito a las manos del arquero, y un tiro libre que prometía cierto riesgo fue ejecutado desde la derecha por quien esto escribe, y se perdió 1 metro y medio encima del travesaño. Ya completamente jugado en ataque, el rival pudo haber aprovechado mejor la superioridad numérica en los contragolpes, pero no lo hizo. La imagen final fue elocuente: todos los jugadores en el área rival, esperando un envío desde muy atrás de mitad de cancha, en busca de algún milagro, o un guiño del de arriba. Luego de que Fran se morfara una preciosa patada en la jeta, la última sería un centro desde la izquierda pasado, pasadísimo, que se perdió tristemente por el fondo, así como los sueños de empatar el partido. El pitazo final sonó como la melodía más triste en los oídos de nuestros muchachos, y el rival festejó. Aunque queda la certeza de saber que las cosas pudieron perfectamente ser de otra manera, festejó merecidamente, ya que en el segundo tiempo fue superior, y eso hay que reconocerlo. Enhorabuena. Tendrá ahora el equipo gris otro partido del cual vivir los próximos 5 años para tapar descensos, ascensos de escritorio y defecciones en campeonatos y/o ascensos casi ganados.
Por parte de Resto, lo que más duele es haber abandonado una posición altamente privilegiada en la tabla de posiciones, de cara a la definición del torneo. No obstante, los resultados que se fueron sucediendo con el correr de la tarde, y la convicción interna de sabernos capaces, de estar absolutamente compenetrados en esta causa, son el motor que permite mirar con un total optimismo esta recta final, aspirando a terminar festejando lo que a este equipo más le gusta: el título.

Satisfecho por el deber cumplido de que a nuestros múltiples lectores les llegue, como después de todos y cada uno de los partidos, la reseña del encuentro, se despide de ustedes este humilde servidor.

Uno x Uno

Alca (4): la ingratitud del puesto. Seguro en todas sus intervenciones, venía haciendo un gran partido, hasta que cometió el error fatal y lo definió en contra. No obstante, viene siendo su mejor campeonato.

Mula (5): ganó y perdió en lo alto. Como punto negativo, la distracción en la segunda jugada del primer gol, que permitió a su marca cabecear con total libertad.

Peralt (6): el mejor de la defensa. En lo alto se impuso casi siempre, y por abajo fue seguro.

Musgo (5,75): se la bancó con la napia amasijada, y peleó cada pelota con la vida. Es más, podría decir que no se le notó ser un converso, aunque no se desempeñó como en otras memorables ocasiones.

Ferka (6): sus escaladas fueron fuente de peligro para el rival. Cuando arrancó fue imparable, aunque por momentos quedó aislado en su banda, sin involucrarse en la lucha del medio

Bollo (4): bien en el primer tiempo, pero perdido en el segundo. No dio bien ningún pase ni tuvo voz de mando. Todo esto con el agravante de ser el capitán. (conceptos by Santi, redacción propia)

Manu (4,5): desapercibido la mayor parte del encuentro. Perdió un par de pelotas peligrosas. Tuvo el 2-1 en su zurda, pero la mandó afuera.

Fran (4): no encontró el juego. Cuando tenía que tenerla, la jugaba rápido. Cuando había que encarar por afuera, se cerraba. Le faltó amigarse con la pelota, y jugar con confianza en sus condiciones (le sobran).

Pablo (7): a pesar de lagunear, en especial en el segundo tiempo (recordemos que sus condiciones físicas no eran óptimas a causa de la enfermedad de la semana), inventó por mérito propio tres jugadas clarísimas de gol, incluyendo el propio tanto, de altísima factura. Debemos alimentarlo más y mejor.

Millo (-): entró con todas en contra: el reloj y la situación del partido. Luchó los minutos que pudo.

Banco de suplentes: Cabe, Boto y Santi.

Hinchada: curiosamente no tan numerosa como en otros casos. El Papu siempre firme. Y las chicas. No quiero empezar a puntualizar porque no quiero perder amigos, pero hay cosas con las que no se jode.

miércoles, 8 de octubre de 2008

RdM 0 - La Celeste 0: Pólvora mojada

A todos nos llega la hora de pagar nuestras cuentas, y heme aquí pagando la mía, haciendo la crónica que nadie quería hacer pero que me sentía en el deber moral de hacer. No creo poder igualar las grandes piezas de lectura que los ilustres cronistas de este sitio han logrado con anterioridad, pero haré mi mejor esfuerzo. Aquí vamos:

Domingo 5 de octubre, día soleado y de calorcito por esas horas de la tarde. Era un día de campo de esos que nos gustan tanto a todos cuando nos disponíamos a jugar 40 minutos del deporte más hermoso del mundo (luego quedará demostrado que fue muchísimo menos tiempo que eso). Enfrente estaba La Celeste, equipo con el que ya nos habíamos cruzado en aquella primera promoción de nuestro primer año de ex-alumnos y que nos había privado de ascender haciendo uso de su experiencia. Debido al ausente sin aviso del libero del equipo (el queso por salut volvió para tomarse revancha) y a que el obeso Millo estaba sin jugar hace mes y medio por lesión, el equipo se vio formado de la siguiente manera: Alca al arco; línea de 3 abajo con Ferka-MulaSosGroso-Musgo; al medio Blacky-Bollo-Manu; Fran-Pablo como dupla delantera.
Afuera esperarían entonces Millo, Boto y el DT-Jugador Cabe, acompañados de la cada vez más nutrida y adorada hinchada, que tiene como único representante masculino al inconfundible Papu Juancru además de las novias de lo’ muchacho’.

Dicho esto, empezó el partido. Resto salió a jugar en campo rival y a tratar de hacer un gol lo antes posible aprovechando el jugador de más que tenía, aunque tratando de seguir las indicaciones del capitán de jugar tranquilos. A pesar de que el noveno jugador rival llegó al instante de comenzar, rápidamente el equipo albinegro se apoderaría del balón gracias al buen manejo de sus tres volantes. Manu era el que más se animaba y era bien secundado por Bollo y Santi, pero al equipo le faltaba llegada y contundencia para llevar peligro al arco rival. En parte se debía a que Ferka tuvo que volver a su antigua posición de 4, llevando al equipo a resignar profundidad y potencia en el ataque. Pero mayormente se debió a lo que con el correr del tiempo se hacia cada vez más evidente: no era la tarde de los delanteros. FranCesc tuvo más de una chance de abrir el marcador luego de buenos pases por parte de Bollo o Manu, pero todas se disolvieron en enganches fallidos y malas paradas de balón. Por su lado, Pablo no encontraba ese vértigo que lo caracteriza ni logró hacerse el lugar para superar a la bastante endeble defensa rival. En la única que lo logró, luego de superar a dos defensores a pura gambeta en velocidad, no advirtió que por el medio entraban 2 jugadores más y en vez de pasar la pelota intentó un regate más. Lamentablemente, la pelota se le fue por el fondo. ¿A qué se dedicaba La Celeste mientras tanto? A tratar de mantener la pelota el mayor tiempo lejos de su área. Ya sea por medio de puntinazos que daba el último hombre en los saques de arco, o por estériles escaladas de los dos mediocampistas central, todos los intentos eran bien rechazados y contenidos por los siempre seguros defensores y volantes de Resto. Su otro recurso era hacer tiempo, robando minutos y minutos de partido al no conservar la distancia a la salida de los laterales o corners. Jueguito al que el pobre tipo del arbitro no ponía límites y hacia crecer la impaciencia en la escuadra restista.
Sin más para resaltar que algún tiro de Manu o Bollo, o algunos centros intrascendentes en ambas áreas, se diluyó el primer tiempo. 10 minutos para refrescarse y a comenzar de nuevo. El segundo tiempo empezó como el primero, con bollo pidiendo jugar con tranquilidad. Lamentablemente nunca pudimos serenarnos y a medida que avanzaba el reloj la desesperación iba creciendo. Resto necesitaba hacer un gol y cada vez se lo buscaba más a los ponchazos. Bollo, Manu y Santi trataban de generar juego pero con menos efectividad que en el primer tiempo. Ferka se iba cada vez más para arriba pero como que no se largaba del todo porque debía cuidar su puesto de defensor. Fran seguía impreciso, sin poder parar la pelota y dando malos pases. Y Pablo no se encontraba con la pelota ni encontraba lugar en el ya pobre circuito de juego. De todas maneras, las dos más claras del segundo fueron para Resto. La primera fue un tiro libre en el borde del área producto de una falta que le hicieron a Blackfather. Manu era el ejecutante, pero abrió para Bollo quien sacó un terrible tiro que termino desviándose en jugadores de la barrera que lograron salir a tapar a tiempo a pesar de las molestias que Santi les generaba. La otra la tuvo Fran nuevamente, quien recibió de Pablo en un rápida jugada de ataque y estando mano a mano optó por patear de primera, lo cual derivó en terrible pifia con consecuente caída y puteada autoflagelante característica.
Ante la falta de gol, en la parte final la dirección técnica optó por sumar a otro delantero y mover el tablero. Entro Millo por Santi, Fran fue a jugar de 8 y Millo se quedó de delantero. Pero en este caso sumar delanteros no ayudó, ya no quedaba tiempo, y el poco que quedaba seguía siendo consumido por el equipo rival por medio de los mismos artilugios poco deportivos que no cedían a pesar de alguna que otra tímida amarilla que sacaba el arbitro. Así fue como terminó el partido, con un sabor amarguísimo, mezclado con impotencia y calentura. No falto la patadita calentona de Pablo a un defensor rival, ni la siempre graciosa escalada de Musgo para hablarle recaliente pero de forma respetuosa al árbitro. Esta vez la pregunta fue: “¿Cómo puede ser que ya haya terminado, si empezamos 16:25 y se la pasaron haciendo tiempo? ¿Qué hora tenés? Ahhh, ¿las 5? Me quedo más tranquilo” Que le vas a hacer Musgo, tenía que empezar el otro en horario…

En fin, la conclusión que hay que sacar es que tropezón no es caída. Si bien volvimos a perder puntos con los que no debíamos, y agravado por el hecho de que este equipo es un rejunte de tipos que corta su domingo al medio para venir a hacer tiempo al campo (esta sentencia no es de mi autoría, pero nunca nada más cierto), todavía dependemos de nosotros. Quedan 3 finales y hay que volver al nivel previo a este receso, el cual se hizo más extenso de lo esperado. Solo hay que jugar como sabemos, sin desesperar y afinar la puntería a la hora de la verdad. Este equipo ya demostró que esta para grandes cosas. VAMOS RESTO!

Uno x Uno

Alca (6,5): Tuvo poco trabajo, pero se mantuvo seguro. Lo probaron una sola vez y respondió bien. Bien en los pocos centros que le tiraron también.

Ferka (6,5): En su reencuentro con el puesto de carrilero tuvo un buen partido. Seguro y sin fallas, no pudo volcar todo su peso ofensivo como cuando juega de 8.

Mula (7): No fue muy exigido, pero cuando le llega la pelota responde siempre con seguridad y firmeza. Excelente en el despeje de cabeza. De los más regulares.

Musgo (6,5): Parejo con toda la defensa. Buen partido y siempre seguro. No tuvo grandes exigencias.

Santi (6): Buen desempeño, aunque sin brillar. Trato siempre de armar juego con Manu y Bollo y de llevar peligro al área rival. Fue reemplazado faltando poco para terminar el partido

Bollo (6): Tuvo un partido regular. Estuvo bien con los pases, el juego táctico y la marca. Pero no pudo transmitir con su juego la tranquilidad que pedía en palabras antes de cada tiempo.

Manu (7): Buen partido. Tomo las riendas del medio y la iniciativa para atacar desde el primer minuto. Su juego se fue apagando hacia el final del partido.

Pablo (5): Lejos del monstruo del gol que es. Nunca se encontró con su juego. Tuvo la más clara del partido en sus pies. Esperemos que su sed de venganza se traduzca en goles.

Francesc (4,5): Arrancando de delantero titular como en los viejos tiempos, corrió y buscó todo el tiempo. No jugó mal, pero no pudo definir las situaciones de gol. Ahora debe demostrar la furia y serenidad del asesino sigiloso. (Eufemismo by Mula, puntaje by Fran)

Millo (-): Entró muy al final, ya no quedaba tiempo. Corrió lo poco que estuvo. Ganó algunos minutos de fútbol de campo.

Peral (4): Fisuras en un solo viaje de vuelta a casa. Debe ser todo un record. A ver si te haces un golcito el próximo partido para compensar el faltazo.

Cabe y Boto (-): No ingresaron. Me putearon por no patear de primera con la zurda. Y si, soy un pobre tipo.

Hinchada: La incondicional de siempre. Un gusto que chicas tan lindas nos vengan a ver… Y vos también Juan, sos el Nº1, un tipo groso (lindo también)

miércoles, 27 de agosto de 2008

RdM – Myung-Ki: se me acabaron los elogios

24 de agosto, 12 hs. de un hermosísimo domingo, todas las condiciones dadas para hacer una de las cosas que más nos gusta: jugar al fútbol, y si es con la camiseta de Resto, mejor. Y en este caso, no se trataba de un partido más. Menos de una semana después de haber vuelto al ruedo y de defender la punta con autoridad ante el siempre complicado Chiribabuza, Resto del Mundo se topaba en su calendario deportivo con un rival de magnitudes gigantescas. Myung-Ki, equipo histórico de la categoría, constante animador de los puestos más altos, y actual bicampeón reinante del fútbol maderense, significaba una parada por demás riesgosa para quien aspira a concluir el año inclinando su cuello hacia abajo para ver al resto de los equipos del torneo, y decirles con sonrisa socarrona “dale que yo te aviso”. Si bien es innegable que el rival de turno no pasa por un momento deportivo acorde a los pergaminos que trae consigo, estábamos en presencia de lo que podría significar un definitivo punto de inflexión en la campaña de la escuadra albinegra en este 2008. Un triunfo nos pondría en posición inmejorable de cara a la recta final del torneo, mientras que dejar puntos pondría en jaque la punta, a juzgar por la cantidad de perseguidores que ansían arrebatarla. No obstante, Resto del Mundo no especularía ni se mostraría apichonado, sino que por el contrario, llegó al Campo con una idea fija: ganar o ganar. Para lograrlo, la dupla técnica Boullosa-Boullosa alinearía los mismos 9 titulares que 6 días atrás habían vencido a Chiribabuchas: Alca en la valla. Línea de 3, que de aquí a poco voy a empezar a omitir por lo tedioso de poner siempre los mismos tres nombres, con Mula, Chulo Peralta y Nicolás Miguel Ángel Juan Carlos José Félix “Musgo” Muschitiello. Por la derecha, una fija a lo largo de todo este campeonato, la Cobra del lejano oriente, Lic. Yu; como volante central y capitán, quien por enésima vez acerca estas líneas a los fervorosos lectores, o sea yo, y por la izquierda, una pieza clave de este plantel, que de a poco va recuperando su excelso nivel: Manuel E. La dupla de atacantes también me empieza a hinchar las bolas repetirla: Pablo H., el genocida del gol, y el Gordo Ezequiel, el Millonario en generosidad calórica. En el banco aguardarían su chance el Cabeza Boullosa, F.W. y Santi. Después de esta presentación bien al estilo Boto, pasaremos a narrar lo acaecido sobre la gramilla.
De arranque, el rival mostraría que tenía armas. Un equipo parejo, sin ningún fenómeno pero sin ninguno malo, con buen juego en el medio y una constante voluntad de hacer circular la pelota sin apuro hasta encontrar espacios. Resto supo, de cualquier manera, imponerse en esos primeros momentos. Mediante la presión para recuperar la pelota y la buena presencia de la defensa en los sectores de la cancha donde se la solicitaba, el equipo blanco y negro se hacía del balón, y lo empleaba con criterio. Toque, circulación, movilidad, y la constante búsqueda de un compañero, con el adecuado empleo de las bandas (Ferka es decisivo en este rubro, y Manu está creciendo muchísimo), hacían que RdM insinuara peligro en estos primeros minutos. De esta forma, luego de una jugada combinada, el balón le queda a quien suscribe en las proximidades del área, pero bien volcado hacia la derecha del ataque, donde ensayo un potente remate que sin embargo encuentra el medio del arco, y por consiguiente los guantes del portero, que despeja el rebote sin muchas dificultades. Posteriormente, una jugada deliciosa, de esas que dejan ver a las claras el potencial que hay en este conjunto, fue la más peligrosa: sucesión de toques veloces entre los volantes y los delanteros, Pablo retrocede y juega de pivote, la pelota se mueve de lado a lado, de derecha a izquierda, para que finalmente Manu meta un precioso pase cual estocada mortal, que encuentra la entrada clara de Ferka por la banda contraria. El economista remata con potencia y peligro, pero el balón es desviado por el último defensor, antes de convertirse en el mejor gol del año. Era el mejor momento de Resto del Mundo en el partido, y el primer tanto se intuía. Sin embargo, repentinamente el partido cambió bruscamente su tenor. El rival se asentó, comenzó a hacerse del balón y manejarlo con prolijidad, y así a alejar el riesgo de su área, al mismo tiempo que se hacía cargo de las riendas del encuentro. La salida del fondo era clara, la presión no surtía efecto, y al pisar la mitad de la cancha con mucha gente y con pelota dominada, el rival provocaba que la línea media de nuestro equipo tuviera que refugiarse bastante cerca de sus defensores para poder tapar esas subidas que se sucedían. Consecuencia lógica de esto fue que el rival podía manejar a piacere la pelota hasta 3/4 de cancha mismo, ya que se tornaba imposible para los recuperadores del mediocampo imponerse ante la superioridad numérica en ese sector. Afortunadamente, este dominio no se tradujo en jugadas de riesgo. Los delanteros eran bien marcados en la zona caliente, y por lo tanto Myung-Ki no sabía por dónde entrarle al equipo restista (que si algo está haciendo bien a lo largo de este torneo es defenderse). En conclusión, las aproximaciones se reducían a remates de media y larga distancia, que no por ello dejaban de preocupar al equipo, que se veía acorralado en cierta medida por su rival. Resto no conseguía la pelota, y por lo tanto no podía atacar con gente. Fue en este contexto cuando, acercándonos al final de la primera etapa, este humilde servidor se hace del balón en la mitad del campo propio, y viendo a Pablo un par de metros delante de la mitad de la cancha, volcado sobre la banda izquierda, ensaya un pelotazo que se filtra entre los dos defensores y cae a sus espaldas, por sobre el cierre del zaguero que no llega a rechazar. Pablo entonces se dedicó a hacer lo que más le gusta: no tener piedad con los arqueros. Tras recibir la pelota, corrió de frente al arco (y cuando está en velocidad fijate si lo parás…), y ante la salida del guardameta, se puso muy nervioso, lo dejó en ridículo eludiéndolo con una finta hacia su izquierda, y tocó casi de puntín a la desguarecida meta. Gol de Resto, locura, algarabía y 1-0 en el marcador antes del cierre de los primeros 20 minutos. Resto del Mundo había logrado escabullirse del sometimiento futbolístico que su rival le estaba brindando, y pegar la mano que más duele: la del primer gol del partido. El rival sintió el golpe y el primer tiempo se diluyó con la ventaja parcial para el puntero, que reafirmaba así su condición.
Tras repasar un par de conceptos tácticos de cara a la segunda parte, el equipo salió al terreno de juego con los mismos 9 jugadores, aunque su delantero Millo, hasta aquí de aceptable tarea, acarreaba indisimulables problemas físicos. Los primeros minutos del complemento fueron arduos. Myung-Ki salió decidido a hacerse de la igualdad, y mediante una metralleta de pelotas paradas, tuvo con el Jesús en la boca a todo un pueblo que velaba por el triunfo albinegro. De derecha a izquierda, los corners y laterales no paraban de caer sobre el área. Sin grandes consecuencias, afortunadamente (una vez más la defensa se erigía en pieza clave de este triunfo parcial), con una única pero no por ello menos fundamental excepción: corner desde la derecha, al primer palo y con poca altura, casi un buscapié, que encuentra el gran anticipo del delantero rival (lástima que no pude ver a quién anticiparon para mandarlo en cana), quien con un toque sutil pero muy preciso, desvía el balón, con inequívoco destino de red. Sin embargo, cuando el 1 a 1 parecía un hecho consumado, un enviado por el mismo Dios Todopoderoso, iluminado por la mano divina del mismísimo Señor, también conocido como Manuel Eiras, interpuso su humanidad entre el esférico y la línea de gol, conteniendo así el aliento de la multitud, y alegrando los corazones que nos siguen por toda América (Perú, Brasil, pte.). Resto sabía que no debía dejarse acorralar, ya que de esa manera era cuestión de tiempo hasta que uno de esos centros tuviera destino de red. Por eso, cuando logró zafar de la situación, se adelantó en el terreno de juego y comenzó a manejar un poco más el partido, con Manu y su futbol, las apiladas de Ferka y el buen juego de los de arriba. Millo no resistiría más y le pediría el cambio al Cabeza, quien así haría su ingreso para jugar como delantero, intentando aportar su buen pie, su toque preciso y el juego de espaldas que sabe realizar. El partido ahora era equilibrado, el rival comenzaba a desesperarse porque el tiempo transcurría, y no encontraba los caminos para llegar al ansiado empate. Conjunto con esto, aparecían los huecos en el fondo que Resto debía explotar. Fue entonces cuando Musgo juega una excelente pelota por la paralela para Pablo, quien otra vez recostado sobre su izquierda, la deja correr y se le escapa por afuera al defensor. Ya cruzando los 3/4 de cancha, la última línea lo corría desesperada de atrás, mientras que el Cabe iba entrando como 9 a la par de la corrida del 14. Antes de entrar al área, el goleador del equipo demuestra que además de crack, juega para el equipo, y le cede el balón al muchachito de las rastas, quien entrando libre por el otro costado, no tiene más que tocar con la zurda suavemente para inflar las mallas, y desatar así el grito de felicidad y de alivio de todo el equipo, que veía cómo se liquidaba un partido muy chivo. El segundo cross de derecha fue un golpe de nocaut para el bicampeón, quien ya no supo recuperarse más hasta el fin del partido. Resto se dedicó entonces a manejar los tiempos, la pelota, y a disfrutar de otro triunfo de los que se gozan mucho. Sobre el final del encuentro, Boto ingresó en lugar de Manu a jugar unos minutos, y se hilvanó una muy bonita jugada colectiva, que terminó con pase del Cabe a Pablo sobre la derecha. Cuando el 14 intenta realizar una gambeta, el defensor lo derriba de manera obscena, aunque no tan obscena como la lavada de manos del árbitro, quien decidió no cobrar el más que evidente tiro libre. Pitazo, festejos y mucha alegría para Resto del Mundo. No todos los días se baja con autoridad y contundencia a un bicampeón, y este equipo lo hizo sin que le tiemble el pulso. Más allá de haber sufrido contratiempos en el juego a lo largo de diversos pasajes del encuentro, la solidez en el fondo, la practicidad y presencia en el medio, y la contundencia en los últimos metros, fueron armas más que suficientes para obtener otro 2-0 (tercero del año), y para sumar de a 3 por tercera vez consecutiva. Con un Alca que otra vez se va a su casa con la cola en su lugar, el invicto se estira a 12 partidos, y la punta, antes sostenida por el superávit de presentaciones en relación a los rivales, hoy es cada vez más genuina y real. Ahora vendrán por lo menos dos semanas sin actividad, veremos cómo se acomoda la tabla cuando los demás tengan que cumplir con sus compromisos. El amigo de los niños volverá al país (aunque ya amenazó con quedarse allá mientras sigamos cosechando triunfos), y engrosará en cantidad y calidad el plantel disponible. Y luego volveremos a jugar por los porotos y por la punta, y ya todos sabemos que va a ser un día especial, no se lo vaya a perder….

Uno x Uno

Alca (6,5): atajó muy seguro otra vez, sacó de arriba con los puños con mucha firmeza, y no dio sus clásicos rebotes-aborto. Pasa por un buen momento.

Mula (7,5): firmeza es su segundo nombre, para ganar en la altura gracias a su poder de salto, para jugársela con criterio a Ferka, y para romper cuando hace falta. Gran nivel.

Chulo (7): no tuvo tanto trabajo, pero anduvo con la seguridad de siempre. Corrigió el tema de las faltas innecesarias (no cometió ninguna) y terminó jugando de stopper por izquierda.

Musgo (7,5): otro que juega siempre bien. De arriba o de abajo, es patrón siempre y voz de mando de la defensa, por izquierda o como líbero. Para completar, le metió una pelota excelente a Pablo en el segundo gol.

Ferka (6,5): el juego descansa en él cuando el rival presiona, ya que su potencia destruye cualquier resistencia. Llegó con claridad en el primer tiempo, luego se diluyó un poco.

Bollo (7,5): Manejó los hilos del mediocampo, multiplicándose en defensa y haciendo jugar en ataque. Su pie, cual escalpelo, desgarró la defensa rival para dejar al goleador en posición inmejorable de anotación. Gran tarea. (by Millo)

Manu (7): volviendo a ser. Toca con claridad, parece ver toda la cancha a la vez. Precisos pases, sacrificio para marcar y hacer relevos, y con personalidad para hablar en el medio.

Pablo (8): aunque lagunea por momentos, cuando aparece es mortífero. Gol de alta factura para abrir el partido, Fenomenal concepto y timing para asistir en el segundo. Todo parece fácil.

Millo (6): no estaba en plenitud, y se notó. Sin embargo, hizo un buen primer tiempo, anticipando a los defensores, aportando sacrificio para ensuciar la salida, y jugando correctamente de espaldas. Después se quedó sin resto.

Cabe (7): en unos minutos, marcó un tanto y tocó bien un par de pelotas. Le falta, pero este es el buen camino.

Boto (-): ingresó sobre el final para jugar un ratito por la izquierda.

Santi (-): no entró. Es el terror de los jugadores que llevan a las novias.

Hinchada: la de siempre. Yamila (efectividad implacable), Carla (de a poco redimiéndose; no te creas que está todo dicho igual!), y el Papu JC, que agitó los trapos y deliró con el gol del Cabezón. Los queremos mucho a todos.

viernes, 22 de agosto de 2008

RdM – Chiribabuza: Derribando mitos, haciendo historia

Por fin el prolongado receso llegaba a su término, y en este fin de semana largo del mes de Agosto, Resto del Mundo debía afrontar en día lunes su séptimo partido por el torneo que nos compete. La hora señalada eran las 17 (último turno), y el rival un viejo y no muy grato conocido: Chiribabuza. Equipo ante el que Resto del Mundo cosechaba numerosos y decepcionantes antecedentes. Ya en la época colegial el destino nos había cruzado en un partido amistoso, que resultó baile y debut en la cueva (que jamás abandonaría) del Chulo Peralta. En ex alumnos, 3 enfrentamientos, registrando 1 empate y 2 derrotas cuando ambos militábamos en la tercera categoría. Sin duda, nuestra bestia negra del torneo. Teniendo en cuenta estas efemérides (ya sé que significa otra cosa, pero no encontraba la palabra), Resto tenía la dura misión de torcer la historia, y de continuar su senda firme en la cima del fútbol maderense. Para ello, debía obtener no menos que los 3 puntos, que le permitieran conservar la diferencia con sus perseguidores, o aumentarla en el caso de ciertos equipos que ya se sabía, habían perdido puntos. No obstante, no sería una faena sencilla. A la confirmada ausencia por un par de encuentros del rompecorazones criollo, de la persona de alma más aniñada del plantel a causa de motivos profesionales, se le sumaba la dilatada espera del pCm, también conocidos como Los Fernandos, quienes ya con el juez realizando el sorteo, todavía no habían ni pintado por la cancha 1. Al fin los muchachitos llegaron, y Resto dispuso su formación titular en el campo de juego: Alca; Mula-Chulo-Musgo; Ferka-Bollo-Manu; Pablo-Millo. Formación clásica, que ve pocas variantes de un partido al otro, y eso repercute positivamente. Después de un par de cotejos de ausencia, el Mago volvía a cubrir la banda izquierda del mediocampo, y así el fútbol podía respirar tranquilo por haber recuperado a uno de los que mejor homenaje le rinden. Después de toda esta pomposidad, pitazo inicial, y comenzamos a relatar lo que aconteció en el terreno de juego.
De arranque, exceptuando los primeros dos minutos en los que tras sacar del medio el rival mantuvo la pelota en su poder con prolijos y pacientes toques en su zona defensiva, Resto iba a hacer lo que mejor le está saliendo este año: madrugar al rival. Recuperando la pelota en mitad de cancha, el equipo negro y blanco encontraba un buen funcionamiento en mitad de cancha y más adelante, con un Pablo más generoso que otras veces (algo que se repitió en los últimos encuentros), un Ferka incisivo como siempre, y un Manu lúcido que profundizaba por la izquierda. Así, tocando una, dos, tres veces, se generaba peligro. Pablo tuvo la primera del partido cuando recibió cerca del área, jugó una falsa pared para enganchar hacia su izquierda y definir con la pierna zurda, aunque su remate fue desviado al lateral por el arquero. De ese centro desde la izquierda, bien pasado, llegó la apertura del marcador. Todos la vieron volar por sobre sus cabezas. Todos excepto el mariscal zancudo, quien entrando libre de marcas, no tuvo más que interponer su pierna derecha para inflar las mallas y desatar así un muy mesurado grito de gol. Con la ventaja a favor de Resto, todo se hizo más sencillo. El rival no inquietaba mucho, y nuestro querido team, si bien no monopolizaba la pelota, llegaba con más claridad en ataque. Un tiro libre que se perdió a un par de metros por el segundo palo fue lo más claro que tuvo Resto aparte del gol. Millo aprovechó para calentar un poquito el partido en un roce, pidiéndole a un rival que “no sea mal perdedor” (sic). En los últimos cinco minutos de la primera etapa, Chiribabuza insinuó mucho más peligro en las cercanías de un muy seguro Alca. Así fue que en la última jugada de esa primera etapa, un centro al área no puede ser despejado ni por Ferka ni por Peralt, y le queda servida a un rival sin marcas en plena área chica, quien debe definir de espaldas, como puede. Afortunadamente para nuestros intereses, el tiro no llevó la suficiente dirección, y mediante una atinadísima respuesta de Alca, pudo ser alejado el peligro de la meta. Final del primer tiempo, vamos a la pausa, ya regresamos.
Con la misma alineación, y la premisa de mantener el desarrollo del partido (exceptuando los últimos minutos), Resto salió a la cancha a disputar los últimos 20. Para ser sinceros, no pasó demasiado en el partido. El rival intentaba pero no sabía cómo. Lo más peligroso vino cuando Peralt cometió uno de sus conocidos foules de pelota llovida, por usar los brazos más de lo debido, y le entregó un tiro libre peligrosísimo al contrario en la puerta misma del área. Afortunadamente, la globa se desvió en la barrera y se perdió al tiro de esquina. Una seguidilla de centros hizo tambalear la integridad del triunfo de Resto, aunque afortunadamente la defensa se plantó firme (y no tanto, preguntar por La Mula…), el Alca respondió a la altura, y el sacudón pasó. Así, Pablo recupera en 3/4 de cancha una pelota, y encara en dirección recta hacia el área. Con mucho criterio, ve pasar a su izquierda a Manu, quien desborda y mete un centro por bajo, a rastrón, como indican los manuales del buen fútbol, para Millo que entraba por la derecha, y con el arco a su merced, no tuvo más que definir a la red. En realidad, primero al palo. Pero fue gol, golazo de Resto, que así aseguraba un costoso triunfo, y 3 puntos que valen oro. De aquí hasta el final, el equipo aprovechó para meter un par de variantes que le dieran oxígeno y piernas frescas al equipo. Ingresaron Boto y el Cabe en reemplazo de Millo y de Manu, dos puntos altos en el rendimiento de un equipo sin fisuras. Mientras tanto, Chiribabuza se hundió en su propia impotencia ofensiva, Resto mantuvo el partido donde más le convino, y llegó el pitazo final de un discreto juez.
Así llegamos al epílogo del match, con un triunfo 2x0 que sirvió para afirmarse como puntero y SERIO candidato al Scudetto en la máxima categoría. De aquí hasta el final, quedarán 5 encuentros, algunos más duros que otros, pero todos con la misma premisa: la de ganarlos y a fin de año poder festejar dando otra vuelta olímpica. El equipo es consciente de que se ha sacado de encima a los pesos más pesados del torneo, y que deberá mantener la puntería frente a varios de los cuadros que animan la zona baja de la tabla. No será una tarea sencilla (se recuerda que se dejó escapar un punto en el empate sin goles ante el alicaído MVN), pero sí altamente realizable. Lo importante es que el equipo está afianzado, sacó chapa de equipo grande, ganador contra cualquiera, que se anima a jugar, sale a ganar y no es menos que nadie. Este domingo deberá enfrentar a Myung-ki, bicampeón en ejercicio de la categoría, aunque de campaña irregular en este 2008. Otros 3 puntos darían una enorme tranquilidad de cara a la fecha libre y al clásico que se avecina, al mismo tiempo que servirá para sacarles ventaja a varios de nuestros perseguidores, que esta fecha deben enfrentarse entre sí. Depende de la actitud y del fútbol que proponga este equipo para hacer historia grande.

Ante todo, perdón por la demora y lo conciso del texto. Igual el partido no daba para mucho más. Se despide de Vds, Pablo Américo B.

Uno x Uno

Alca (7): muy seguro, cortó centros, no tuvo fallas, y tapó una pelota decisiva al final del primer tiempo.

Mula (6,5): bien, con firmeza como a lo largo del torneo, aunque con algunas pequeñas falencias, como meter un cierre a contramano o perder la marca en un par de ocasiones.

Peralt (7): hizo el gol de la apertura y sacó todo de arriba, aunque cometió varios de esos foules innecesarios que se tradujeron en peligro para el rival.

Musgo (6,5): salvo terrible pifia al comienzo del encuentro, la garantía de siempre. Pegó cuando tuvo que hacerlo y fue voz de mando cuando quedó de líbero.

Ferka (6,5): va, viene, va, viene. No se cansa nunca y es salida permanente, además de dar una mano importantísima en defensa, aunque no fue el partido donde más entró en juego.

Bollo (7): de buena labor tanto en defensa como en ataque, sigue siendo uno de los más regulares del equipo. Mandó el centro del primer gol y tuvo un tiro libre que pasó cerca. Está al caer su debut en las redes. (cortesía de Musgo; ya va a llegar una crónica tuya Musgo!)

Manu (7,5): el mejor del equipo dentro un rendimiento general muy parejo. Siempre con criterio, siempre bien ubicado, siempre dando el toque correcto para terminar la jugada, como en el segundo gol.

Pablo (7): un titán molestando la salida de los rivales, inquietando en todo momento y jugando con criterio. Es peligro constante.

Millo (7): hizo mucho trabajo sucio (pegar codazos incluído) y se movió bien, tal es así que estuvo en el lugar indicado para facturar en el segundo tanto.

Boto y Cabe (-): entraron a jugar un ratito y se acoplaron bien al partido.

No ingresó: Santi.

Hinchada: la de siempre. Yamila (amuleto oficial), Carla (quien se autodesmitificó como yeta, aunque sin recibir una aprobación unánime por parte del plantel) y el Papu que alentó desde afuera como cada domingo del señor. Ellos también son parte de Resto.

martes, 29 de julio de 2008

RdM 3 – Todos Juntos No 1: Campeones de Invierno

Luego de un año y medio de reticencias, este humilde servidor se rinde ante las presiones de la gente (y la amenaza del dictador) y se dispone a narrar lo acontecido en el predio de la costanera.
Nos enfrentamos a Todos Juntos No, equipo que había ganado los cuatro jugados, manteniendo el himen en su arco, pero sin mostrar gran fútbol, y con antecedentes de arrugar frente al mundito albinegro. Compartíamos la punta, teniendo ellos un partido menos. Perder significaba despedirnos del campeonato. Todos sabíamos lo crucial del encuentro, y la previa fue caldeada: “les metemos cuatro” dijimos, “bollo, hago dos goles y me chupas la pija” respondieron, “si no le ganamos a estos muertos no juego más en Resto” concluí; incluso nuestro barrabrava tenía claras instrucciones sobre como tratar a la novia de un delantero rival.
Pero el domingo a las 12:00 comenzó a rodar la bola y se terminaron las palabras.
Formamos con “Pletikosa” Binicki al arco; Musgo “apretá el 8” Muschiatelo como stopper por izquierda, “La Mema” Peralta como libero y “no me pongo apodos a mi mismo” Di Fabio completando la zaga; en el medio se paraban “Friendly” Barone, “Il Capitanno” Boullosa y “Tesis Dedicada” Yu; arriba, nuestros tanques, “Obsceno del Gol” Haedo y “Remisero” Moralejo. Santi Avalle, Boto y El Cabe, se quedaron en el banco para pedir tarjetas, exigir pierna fuerte, y ver si en algún momento podían entrar a jugar. Notarán que faltan Manu, de viaje por nuestro país, y Coco, quién seguramente tenía una resaca espeluznante (a riesgo de prejuzgar).
El equipo tricolor sacó del medio y tuvieron su chance. Atacaron por la derecha, mandaron un centro, el Alca salió mal, la volvieron a meter al area, la sacamos como pudimos, y luego de más rebotes, la pelota terminó en un saque de arco. Luego de este sofocón, Resto se despertó y se adueñó del juego. Porque se los anticipo ahora: el primer tiempo fue baile. Arriba creamos una situación de gol tras otra, y la seguridad defensiva le permitió al arquero-clown leerse la Viva y resolver algunos sudokus. A los cinco minutos de juego, llegó la primer alegría: sacamos un corner desde la derecha, el esférico queda boyando en el área y nuestro reciente licenciado oriental (quien utilizó la camiseta retro) lo hace besar la red con potente derechazo: 1-0 y a seguir tocando.
Las chances para aumentar eran continuas. Millo conjugó bien con o amigou das crianças por izquierda y definió cruzado frente al atemorizado arquero rival, pero la pelota atravesó el area sin encontrar quien la empuje. Luego se adueñó de un tiro libre prometedor, que terminó siendo muy alto. Fat&Gym se iba a quedar con las ganas de dedicarle un gol a su padre-espectador. Además cada corner o lateral al area era medio gol. El aprendiz de Mussolini hizo gala de su preciso botín derecho al gritar “PERAAAL” y a continuación enviar un centro a la cabeza del señor de las alturas, quién la bajó al area y casi gritamos el segundo. Mientras tanto, poco pasaba lejos del arco todosjuntosnoense. Musgo deleitó a todos con una serie de patinadas y el árbitro dió muestras de su pobreza personal al cobrar más de un hombro-con-hombro y amonestar a Bollo por un par de sutiles pataditas en un tobillo ajeno. Llegando al minuto 15 de la primera etapa, los abrumados defensores rivales quisieron salir jugando. El 14 restista interceptó el pase (si!), trabó y ganó con el último hombre (siiii!), le tiró un sombrerito al arquero (siiiiii!) y de cabeza la mandó a guardar (SSSIIIIIIIII!!!!!). El animal del gol había realizado otra de sus hazañas, y sus compañeros solo podíamos mirarnos y comentar “que fácil que parece todo con este tipo”. Merecidísimo 2-0, delirio en las tribunas y el sentimiento de estar solos en la punta a flor de piel. Los minutos siguientes fueron más del mismo asedio hasta aquí mostrado. Los delanteros presionando, los volantes verticalizando y El Cabe con ganas de comprarse su primer paty del día. La última, obviamente, también fue para nosotros. En otro fallido despeje de la defensa, Bollo la agarra de lleno pocos metros fuera del area; el remate es fuerte pero al centro, el arquero la manotea, y el rebote se le escapa a nuestros arietes. El juez escucha los pedidos de clemencia de la escuadra rojiverde (y blanco) y decreta la finalización del primer tiempo. Así se fueron los mejores 20 minutos de Resto del campeonato.
En el entretiempo la dupla Boullosa-Boullosa decide cuidar la presión arterial del equipo, y saca al factor de riesgo Moralejo, pone al “Terror de las chinchillas” Avalle al medio y manda a FranCesc arriba. La clara intención: cerrar filas en el mediocampo y ganar velocidad en la delantera.
El segundo tiempo tuvo otro matiz. Todos Juntos No se dio cuenta que se le acababa la mentira de equipo imbatible, y salió con los ojos vendados y los tapones de punta a ver si pasaba algo. Comenzaron los roces y a los pocos minutos S.A. tuvo una reacción exaltada (eufemismo de ridícula y al pedo), prometiéndole la muerte a un TJN´s. Al árbitro el partido se le iba de las manos y cobraba faltas inexistentes y no amonestaba en ocasiones meritorias. Mientras los históricamente fríos de pecho intentaban con bochazos (su juego por el piso fue cortado sistemáticamente), nosotros nos basábamos en tirársela a Pablo, quién, en gran partido, se encargaba de aguantarla y tocar para los costados o encarar él.
Antes de los 10´ cae otro centro en las inmediaciones del Alca, el central contrario anticipa a más de uno y clava un gran cabezazo al ángulo.2-1, y mientras llevaban la pelota hacia la mitad de cancha, a más de uno se nos cruzaron fantasmas de empates sufridos, pero el grito fue claro “hacemos el tercero y se acaba la joda”. Resto no perdió el orden, y el rival siguió nervioso. Un nervioso Nº22 primero hizo una alevosa falta en mitad de cancha (ignorada por el árbitro), y segundos después empujó a nuestro hombre gol frente a las narices del juez, quien no tuvo más remedio que expulsarlo, sin percatarse de la patada que tiró Pablito. Nuestro enojado delantero solo fue calmado cuando su hermano mayor le aclaró: “si hay que pegar, pego yo que no me pueden suspender”.
Con más rispideces que fútbol, Resto siguió buscando, y creció junto a la figura del Licenciado Yu, que siguió corriendo y apilando por la derecha cuando muchos ya parecían cansados. Tuvimos un último susto cuando en un centro cruzado, éste narrador confió en que la pelota salía y se olvidó de su jugador a marcar, el cual llegó a cabecear sobre la línea y la pelota dio en el travesaño, evitando el empate y permitiendo que las bolas me bajen del cuello.
En los últimos minutos, otro contrincante fue expulsado por putear al arbitro, clara muestra de su impotencia, producto de ser superado una y otra vez por los del fondo. Con dos más, era cuestión de meter el tercero para embellecer la planilla final. Y nuevamente llegó por medio de la figura de la cancha. En una jugada de varios toques, Haedo encaró y la abrió hacia la derecha, apareció Santi, cruzó el pase hacia Fran que entraba por la izquierda, quien en vez de pegarle de una, volvió a tocar al medio; ahí el monstruo pensó “basta de tikitiki” e infló la red a pura potencia (un defensor la desvió, pero se lo damos a él porque somos buenos y la pelota entraba igual). 3-1, partido liquidado, y más punteros que nunca. Ingresó Boto por Ferka, pero ya no quedaba tiempo para nada.
El juez pitó, el encuentro terminó y Resto del Mundo se adueñó de la punta y se consagró Campeón de invierno. Título chistoso y decorativo, poco importante para éste plantel con ambición, sed de gloria, y unas ganas locas de ser campeón de todo en su primer año en la A. Jugando así, vamos confiados.

Uno x Uno

Alca (5,5): Sacó alguna, falló en otra y evidenció su problema a la hora de armar barreras. Sin responsabilidad en el gol.

Musgo (7): Sin fallas. Recuperó y sacó todo lo que le vino por su banda. Incluso sus resbalones causaron más risa que preocupación.

Peral (7): Si bien el del gol era su marca, no es justo decir que fue culpa de él. Seguro por arriba y por abajo, también colaboró en el ataque aereo.

Mula (6,5): de muy sólida tarea como a lo largo de todo el campeonato, cometió la falla de dejar correr una pelota que pudo significar un absurdo empate, y así se ligó los agudos retos de mi persona. Por abajo, impasable. (by Bollo)

Fran (7): De volante primero y delantero después, tuvo un buen partido. Subió bien la pelota, colaboró en la marca, y sólo falló a la hora de concretar un par de chances claras que tuvo.

Bollo (7,5):Manejó los hilos del mediocampo, asistiendo al festival de la delantera. Mostró clase el ejecutar las pelotas paradas (excepto un tiro libre, creo, ya no me acuerdo).

Ferka (7,5): En su modalidad tractor, avasalló por su costado. Nos sigue sorprendiendo llegando a los bochazos que nadie puede alcanzar. Y nos dedicó su tesis, un amor.

Millo (6,5): Se movió bien y creo situaciones. Lástima que no pudo concretarlas. Fue reemplazado en el entretiempo.

Pablo (9.25): Su mejor partido del año. No solo hizo dos goles, sino que se entendió con todos y tocó, tiró paredes y amedrentó a los defensores. El 10 me lo reservó para cuando haga el gol que nos de el título.

Santi (6): Entró en el segundo tiempo y estuvo mal parado a la hora de marcar. Se enojó rápido, pero después pudo aportar toque en la salida y orden en el medio.

Boto (-): Jugó apenas un minuto, no se si la tocó. Gritó bien desde afuera.

El Cabe (-): Se dedicó a la parte técnica, nunca se puso los cortos.

Hinchada: Nutrida y fervorosa. Las novias divinas aportaron glamour, Nestor nos miró con elegancia y bigote, los amigos de Millo alentaron ruidosamente y Juan Cruz se quedó con las ganas de toquetear a la novia del delantero rival (por ausencia de la muy cobarde).

miércoles, 23 de julio de 2008

RdM 0 - MVN 0 : Un empate con sabor a p... oco.

Y bien amigoas, un nuevo mediodía dominical era cita de este el equipo de nuestros corazones. Enfrente se erguía un gigante pretérito, de extenso palmarés, historia y reputación, pero de alicaído presente a causa de la ausencia de sus rutilantes figuras. El favorito, sin duda alguna, era la escuadra restista, quien mandaba hasta entonces en la tabla de posiciones.

El 11 titular no acusaba más que la ausencia justificada del Mago Manuel, en una experiencia laboral en el Norte Argentino. La valla, protegida con piruetas y malabares por “Yosapa” Binicki; “Mula” Francisco, “Peralt” Peralta y “Mosquetero” Muschitiello, en una zaga que cada partido se afianza más; “I Love” Yu, “Roedor Mugriento” Boullosa y “Saeta Fucsia” Barone, en el mediocampo; “Démosela y que nos salve” Haedo y “Vaca Mu” Moralejo. En un costado de la cancha, esperaban su oportunidad “Boto” Boto, “Papá negro” Avalle y “Big Head” Boullosa. El jugador #10, el autoproclamado "Papu" Juan Cruz, también se apersonaría, como domingo tras domingo.

Pitazo inicial y se lanzaban 40 minutos del deporte más hermoso del mundo, aunque en su versión “campo”, con la connotación despectiva del caso. Ya desde los albores del encuentro, el desarrollo se mostraba notamente favorable a nuestra escuadra y el peligro sobre la meta contraria no se haría esperar. A los 2 minutos de partido, un córner magistralmente ejecutado por el arma-juego albinegro roza la cabeza de Pablo y cae en el segundo palo en la posición del generoso en caderas, quien con un remate potente desvía el esférico por sobre el larguero. Si bien sin inquietar seriamente al tímido arquero rival, el balón era monopolizado por los Pelco-sponsoreados, frente a un equipo de escasa vocación ofensiva. La idea futbolística era clara: pelota a ras del suelo, juego por los flancos de la mano de Ferka y Musgo y búsqueda de los 3 movedizos atacantes. Tres? Sí, tres porque el amigo de los niños no puede negar sus orígenes y es siempre un atacante más, llevando peligro y vértigo mas descuidando ligeramente su puesto centrocampista. Más allá de algún remate aislado, no existe mucho más que destacar de la primera etapa.

La charla de canillas redundaba en aliento y confianza en nuestras fuerzas, reconociendo la deuda de ocasiones netas de anotación. Las premisas para la segunda batalla se verían plasmadas desde los primeros instantes: rematar al arco para inquietar a un guardameta que no parecía muy diestro en su puesto. A los 3 minutos, el 4 albinegro hurta el balón luego de un tiro libre rival, entrega con celeridad a Cesc quien encara con decisión y shotea sin tino. Con el correr de los minutos, el goleador Pablo era quien acaparaba prácticamente la totalidad del juego en ataque, siendo buscado incansablemente por mediocampistas y fellows atacantes. Sin embargo, a diferencia de los encuentros anteriores, sus potentes disparos no encontrarán destino de red. Por el otro bando, se advertía una notable mejoría en el funcionamiento, con un #16 picante en ataque aunque relativizado por el notable rendimiento del cruza de burra y caballo. Unos minutos después, luego de una buena jugada colectiva de izquierda a derecha, Ferka recibe de los pies del Gordo en un posición inmejorable para castigar pero con acierto decide buscar el pase extra, aquel que hace la distinción, para habilitar a pablo, quien con un remate defectuoso logra encontrar el fondo de la meta. GOOOOOOO..... NO! Offside inventadísimo por el Pastel del Árbitro, respondiendo al pedido - Telegrama mediante - de un zaguero rival. Este servidor se aventuraría a afirmar que no sólo uno, sino 2 (dos) jugadores rivales habilitaban a nuestro atacante, quien en encolerizada reacción embate al juez. El Resto se tenía que olvidar de esta injusticia y seguir bajo los mismos estandartes.
A los 11 minutos de la etapa complementaria, como resultado de una electrizante escalada y un centro brillante del Mosquetero, la ocasión más clara del encuentro impactaría con el parante izquierdo luego de que Francesc BarOne –entrando en velocidad desde la izquierda – conectara un buen cabezazo. Dos minutos después, ante una cesión precisa de Mula, Millo domina el esférico, evade a dos rivales –con escasa belleza técnica pero indudable efectividad-, entrega en la puerta del área el esférico al Oriental. Él, con un precioso taco, encuentra al goleador en plena carrera quien, meciéndose ágilmente hacia su derecha, ve el hueco y dispara ligeramente desviado por sobre el travesaño, robando suspiros propios y ajenos.

El partido se terminaría de la misma manera que comenzó, con RdM en ataque, literalmente “peloteando” al equipo rival, pero con escaso tino a la hora de la definición… y a fin de cuentas, de ellos se trata el fútbol: de concretar las ocasiones creadas. Esta es la asignatura pendiente de un equipo con talentosos jugadores y buen volumen de juego, que no puede plasmar en el resultado un dominio común denominador a casi todos los encuentros. Habrá que trabajar fuertemente sobre este aspecto si es que se quiere pelear bien arriba hasta las últimas consecuencias. Argumentos hay, y buenos. Confianza? De sobra. Este equipo, jugando bien, le puede ganar a cualquiera; jugando a media máquina, a muchos.

La fecha siguiente, a entender del cronista y sus allegados, es decisiva: nos espera el puntero, de sorprendente andar en el torneo, con 4 victorias en igual cantidad de encuentros. Arriba, muchachos! Ya no se pueden dejar más puntos en el camino al título!

Uno x Uno

Alca (5.50): Sin sofocones, más allá de alguna payasada con sus miembros inferiores, respondió con solvencia.

Mula (7.00): Figura del escuadrón defensivo, se consolida en su puesto en base a fiereza y tiempismo. No se cansa de arruinar embates de los finges rivales.

Pepe Chulo (6.00): Buena actuación del líbero. Su puntuación sólo responde a su escasez de trabajo durante el encuentro, por notable rendimiento de sus colegionarios e impotencia adversaria.

Mosquetero (7.00): Orden y Progreso es el lema de este gran zaguero, al cerrojar su flanco para rivales y ser una opción siempre potable de desborde. Generó el centro para la ocasión más clara. Se insiste: es debilidad de quien relata.

Fertin (6.50): Cada vez más afianzado en su nueva posición, este potente oriental literalmente atropella a sus rivales en cada escalada. Fundamental para el funcionamiento colectivo.

Deeri Reat (5.50): Prolijo y feroz en defensa pero con escaso peso en ataque. No pudo rematar con precisión en dos ocasiones netas. Su actuación más floja de un torneo en el cual venía descollando.

Francesc (6.00): Sagaz en ataque, tuvo la chance más nítida en su cabeza. Su vocación ofensiva hizo sentirse en el mediocampo, donde el 5 debió duplicarse en la marca.

Pablo (6.00): La referencia en ataque, con remates siempre inquietantes.

Millo (5.50): en el primer tiempo se mostró muy impreciso al jugar de espaldas e intentar bajarle pelotas a sus compañeros. En el segundo mejoró, y armó dos buenas jugadas que llevaron peligro. Jugó lejos del área (El Dictador Dictó).

Boto, Santi, Cabe, Juan Cruz: No ingresaron, pero alentaron en todo momento a sus compañeros y amigos. Chapeau.

jueves, 17 de julio de 2008

Acá están, estos son...


Los muchachos de Perón. Y de Resto del Mundo. Con sus casacas nuevas, más facheros que nunca.

Arriba, de izquierda a derecha: Santi, Cesc, Alca, Musgui, Coquinho, Chulo, Mula, Cabeza.
Abajo: Manu, Botito, Pablo, Juan Cru, Fertin, Boco y el Gordo Millo.

miércoles, 16 de julio de 2008

RdM – Sitedesqui: ¿Por qué es un pobre tipo?

Domingo 13 de julio, 16 horas, dos planetas chocaban en la cancha 1 del Campo de Deportes. Por un lado, el gigante Sitedesqui de las megaestrellas, siempre dando pelea arriba en la máxima categoría. Por el otro, nuestro querido Resto del Mundo, equipo que ya brilla con luz propia luego de su título en la C, su inmediato ascenso en la B, y un comienzo en la primera división a la altura de las circunstancias. Después de 2 triunfos y un empate, este encuentro se presentaba como una bisagra para determinar en dónde estábamos parados, frente a un equipo de esta talla. Un triunfo nos dejaría la punta en soledad, a la vez que nos otorgaría la chapa de candidato de fierro. No obstante la trascendencia del match, varios players del team albinegro, entre los cuales este cronista se incluye, arribaron al predio maderense pocos instantes antes de la hora pactada. Qué falta de criterio… En fin, llegaron todos y se dispuso la alineación titular en la cancha. Alca en la valla, la línea de 3 que se recita de memoria como Ibarra-Bermúdez-Samuel-Arruabarrena, en el medio Ferka iría por derecha, Pablo B. cronista, capitán, tutor y encargado como volante central, y Manuel por la izquierda. La dupla de ataque sería la misma que contra Ballena Franca. Francisco “amigo de los niños” Barone y Gol Haedo. En el banco esperarían ansiosamente Boto, Santi A., el Cabeza y Coquito. Como verán, Resto presentaba un plantel muy flaco, y esto se debió a que toda la gordura se tomó un fin de semana de licencia y se fue con Millo a su Bahía Blanca natal. Como condimento extra, por si faltaba alguno, se estrenaba la nueva y coquetísima bandera, que lució radiante detrás del arco que da al dique. Todo dispuesto entonces, y a rodar el fútbol, diría José Jozami.
De movida nomás, el partido presentaría claramente la intensidad con la que se jugaría, del mismo modo que el juez (un muñeco cara de nene) comenzaría a dejarlo escapar de su control. 30 segundos de juego le bastaron al cirujano Musgo para meter un planchazo violentísimo en la mitad de la cancha, jugada claramente merecedora de tarjeta amarilla. Chicho Serna dejó su enseñanza en esto de murrear antes de los 5 minutos. A todo esto, el juego era dominado por el conjunto rojinegro, que atacaba con mucha gente y manejaba la pelota en la mitad de la cancha. Las dos bestias de arriba inquietaban constantemente a la defensa de Resto, que de cualquier manera se las arreglaba para ahuyentar el peligro, a veces con limpieza y otras tantas valiéndose de infracciones que el juez sancionaba u obviaba a su antojo. Del lado de Resto, poco. Unas escasas aproximaciones que terminaban con tibios remates de media distancia. Ferka fue el principal protagonista de este tipo e maniobras en un par de ocasiones. En la mejor jugada colectiva del primer tiempo, algunos toques por izquierda derivan en un cambio de frente de Fran para este servidor que ingresando por la derecha remata de media distancia desviadísimo. El resto del tiempo se jugaba en campo propio. Aún así, el rival tampoco podía generar peligro concreto sobre la valla custodiaba por el Clown. Apenas un tiro libre desde la derecha fue rematado por el zurdo número 12 con potencia a ras del suelo, obligando a la atinada estirada del guardameta restista para alejar el peligro. El bloque defensivo de RdM realizaba hasta aquí una tarea excelsa. Fue en medio de la intrascendencia ofensiva de ambos equipos cuando, promediando el primer capítulo, Resto del Mundo dispuso de un tiro de esquina a favor desde la punta izquierda. Manu lo ejecutó al corazón del área, y tras una salida en falso de Nico, portero rival, Pablo, cuándo no, quién si no, qué otro que él, logra conectar un frentazo o nucazo o algo con mucho esfuerzo que se cuela en la meta rival de emboquillada, pidiendo permiso. Bramido de gol de Resto, locura y algarabía por la apertura del marcador conseguida en el momento indicado. Sin haber hecho méritos en la ofensiva, Resto se ponía en ventaja frente a un durísimo rival, y era puntero en soledad. Cuarto tanto del goleador en igual cantidad de juegos, demostrando una vez más que es la carta ofensiva por excelencia de este conjunto. El gol trajo tranquilidad al equipo albinegro, que vio solucionadas gran parte de las dificultades que el partido le presentaba. Le quedaba por enfrentar los problemas que el rival le generaba cerca de la valla de Binicki. Es ese aspecto, la tarea de los defensores era casi perfecta, pero se percibía que el peligro estaba latente, y que en cualquier momento una genialidad de algún delantero rival podía significar la igualdad en el marcador. Dicha tranquilidad contrastó con el nerviosismo en aumento que dejaron ver los rivales en su comportamiento, al verse en desventaja en el marcador. El árbitro fue el blanco de todas las protestas por parte de ellos a raíz de las patadas, así como también de las nuestras a raíz de las protestas de ellos, y así sucesivamente hasta que el encuentro se convirtió en una maraña de reclamos hacia un juez que mostraba evidentes dificultades para ejercer la autoridad. En medio de esta situación, se diluyó el primer tiempo y nos dirigimos hacia las canillas.
Sin modificaciones en la formación, RdM salió al terreno de juego a disputar los últimos 20 minutos con la premisa de mantener la concentración al máximo, no cometer errores en defensa, no descuidar las piezas claves del rival, e intentar en lo posible lastimar con una contra para liquidar el pleito. La vocación ofensiva del rival había demostrado en el primer tiempo ciertas falencias en la faz defensiva, donde Pablo H. a menudo recibía de espaldas mano a mano con el último defensor. Era cuestión de que el 14 pudiera deshacerse de su marca para que enfrentase cara a cara al hijo de los tíos de Millo, pero también la dificultad residía en hacerle llegar el balón al goleador.
Se reinició el juego, y el desarrollo no mostró demasiadas variantes. Resto logró agruparse un poco mejor, y así no sentirse tan superado en el juego, pero de todos modos el que manejaba el balón y en buena parte el terreno era Sitedesqui. El número 12 era el receptor de todos los bochazos, y se las arreglaba bastante bien para complicar, aunque más tarde o más temprano sucumbía ante la marca escalonada que proponía Resto. Siendo bueno, también sucumbía ante los agarrones, toquecitos, pataditas y empujones que religiosamente sabíamos darle. Los reclamos y puteadas al árbitro se hicieron cada vez más vehementes (“Qué hago si me pegan en todas las jugadas, me voy a mi casa?”), así como el juego se volvía áspero. Sitedesqui devolvía el rigor impuesto por RdM con violentas patadas, varias de ellas merecedoras de amonestaciones que el cronista de Racing de Estudio Fútbol (gracias Musgo!) obviamente nunca mostró. A esta altura el partido había adquirido la tónica de una épica. Este cronista jugaba 5 metros delante del Chulo, y nunca cruzaba la mitad de cancha. O amigo das crianzas oficiaba casi de doble 5, 10 metros delante de quien estas líneas escribe, y también tenía la obligación de llegar acompañando a Pablo cuando el equipo lograba meter una contra. Así, Cesc tuvo el segundo cuando Pablo le cruza una pelota de derecha a izquierda, pero el 9 define de primera y exigido ante la salida del portero, quién esta vez responde con eficacia, quedándose con el mano a mano. En la otra área, el 12 seguía intentando por todos los medios. Así, ganó un tiro libre a favor en la puerta del área, levemente volcado hacia la izquierda. Un penal con barrera, lo que se dice. Lo ejecutan fuerte, al palo del arquero, con gran precisión, y cuando parecía que el empate era un hecho consumado, que Alca jamás llegaría a ese balón, es Mula quien afirmado sobre la línea, logra despejar a cualquier parte esa bomba de tiempo, y así salva increíblemente la caída de la meta restista. “Cuando la ví venir pensé ‘si no me muevo de acá, no es gol’, y así la saqué”, declararía a la postre el zaguero para este medio. Pasó el temblor, y a esa altura parecía que ya lo peor había quedado atrás. En ataque, Resto encontraba más espacios debido a la desesperación rival por conseguir la igualdad, que los llevaba a adelantarse mucho más en el terreno. En una contra, Nico debe salir lejos de su arco para despejar una pelota, que queda viva en 3/4 de cancha a los pies de F.Barone, con la meta desguarecida. Ocurre que el 9 no se animó a patear con la zurda, y al intentar acomodarse frente a su marca perdió mucho tiempo, y así la chance de desatar el grito de gol. Posterior a eso, un tiro libre en mitad de cancha es ejecutado por este cronista con potencia en dirección directa a la meta, buscando algún roce o distracción que derive en el balón inflando las mallas. Pese a la maniobra distractiva de Fran, el arquero rival consigue desviar por encima del travesaño el peligro. Era el mejor momento de Resto en el segundo tiempo. Afirmado atrás, había logrado salir del asedio y mantener por algunos minutos el juego lejos de la valla del yosapa. Quedaban pocos minutos de juego, y el encuentro era cada vez más caliente. Sitedesqui tomó coraje y ensayó una nueva embestida contra el arco de Resto. Una seguidilla de pelotas paradas, desde la izquierda y la derecha, debían ser despejadas una y otra vez por la incontable cantidad de hombres que RdM metía en su área para defender, con la Mula (a esta altura la figura del equipo) como abanderado. Mientras Peralt andaba a los piñazos con el central rival (y este se descargaba en mí, dando lugar a una cómica conversación en el área), todo el equipo sostenía el resultado como podía ya restando pocos minutos. En ese momento, el 12 llora por enésima vez una falta sobre la derecha, y esta vez Pantriste compró y cobró tiro libre directo. Bien volcado sobre la derecha, era ideal para el chanfle de un zurdo al palo del arquero, con potencia. La barrera era conformada por 3 hombres, mientras que el rival, inteligentemente, disponía de un jugador que molestara al arquero. El juez da la orden, y contra todos los pronósticos, el 12 rival, figura de su equipo, ejecuta un disparo de zurda con 3 dedos, por afuera de la barrera, que a juzgar por el desenlace de la jugada estaba mal colocada. El balón se dirige hacia el arco y no puede ser detenido por Alca, quien no se esperaba esa trayectoria, y además era molestado por el rival antes mencionado. Era el empate que hasta aquí tanto habíamos evitado, y ya nada se podía hacer. A partir de este momento, este cronista deberá disculparse con sus incondicionales lectores, ya que no podrá describir exactamente lo que sucedió por haber estado ensimismado en mi sentimiento de calentura e incredulidad por el empate. Simplemente pude escuchar cómo Musgo le imploraba al 12 rival que “encare de nuevo por esta banda”, mientras este muchacho gritaba el tanto con animosidad hacia el sector donde nuestro equipo se disponía a reanudar el juego. Entonces fue cuando Pablo se le va al humo a un rival, y se forma el tumulto (Nota de la R.: me han llegado versiones que indican que luego de que le griten el gol en la cara, Pablín le arroja un puntapié a un rival, que devuelve un escupitajo, y así se desencadena la seguidilla de hechos desafortunados, pero no puedo confirmar la veracidad de esta fuente). A mi juego me llamaron, dijo el impresentable juez, que hacía rato había perdido el control del partido y generado tanta tensión entre ambos equipos por dejar escapar las riendas de las acciones. Estaba completamente asustado, esperando la hora de terminar el partido, y esto le vino como anillo al dedo para suspender el encuentro, al ritmo de “así no se puede jugar más”. Un pobre muchacho. Indignados, ambos equipos se le fueron al humo al árbitro, y le arrojaron una seguidilla de improperios irreproducibles en un medio escrito como este. Pero no hubo caso, ese fue el triste final de este emotivo partido de fútbol. Masticando bronca, Resto del Mundo vio cómo se le escapó de entre los dedos otro punto fundamental en la lucha por el título en los minutos finales del match. Fue inferior a su rival en juego, eso es indudable, pero no lo fue ni por asomo en actitud, en inteligencia ni en oficio para afrontar un desafío como este. Se le jugó de igual a igual a un equipo de la elite del campo, y se estuvo a un triz de obtener el triunfo, de no ser por un tiro libre en el final y una genialidad de uno de los mejores jugadores del campo. Jugando así, se festejarán triunfos con frecuencia, y será muy difícil que haya que lamentar derrotas. El equipo nunca estuvo en desventaja en lo que va del torneo, marcó en todos los partidos, y se fue al entretiempo ganando (vieja deuda que traía del año pasado) en 3 de las 4 ocasiones. Casi todos los jugadores se encuentran en gran nivel, y muchos de ellos creciendo notablemente, al mismo tiempo que el equipo en su totalidad se muestra cada día más aceitado. Sigue invicto. Y con más ganas de estar en la pelea que nunca.
No sólo con la esperanza, sino también con la fiel convicción de poder gritar la palabra que empieza con C a fin de año, se despide de ustedes este humilde servidor, a la vez que los exhorta a aumentar la pluralidad de este blog, variando sus cronistas más de lo que lo hace en la actualidad. A escribir, muchachos (teléfono, Mula).

Uno x Uno

S. Binicki (6): a pesar de ser atacado gran parte del partido, no tuvo mucho trabajo. Tapó una buena bola en el primer tiempo, aunque posiblemente haya acomodado mal la barrera en el empate de ellos.

F. Di Fabio (8): la figura del equipo. Seguro por donde se lo mire, se plantó bien en el duelo contra los delanteros. Salvó una pelota en la línea y se elevó hasta los propios cielos para despejar de cabeza.

F. Peralta (7,5): otro que anduvo bárbaro. Por abajo, respondió bien contra el 12. Por arriba, el patrón de siempre. Le faltó un golcito arriba para coronarse.

N. Muschitiello (7): la tercera pieza de esta defensa dura como roca. De entrada mostró los dientes (o los tapones, mejor dicho), y no paró de dar leña cuando hizo falta. Mostró mucha personalidad para bancarse el duelo con el 12 y no achicarse cuando se calentó el partido.

F. Yu (6,5): firme por su banda, colaboró mucho en la marca siendo clave para asistir a los defensores cuando hizo falta. Intentó un par de veces de media distancia, aunque en ataque no pesó tanto.

P. Boullosa (6,5): metió mucho en el partido y cumplió con la responsabilidad que caía en sus hombros al ser capitán. Hizo resistir bien al equipo pero no pudo aportar tanto al ataque. (gracias Boto!!!)

M. Eiras (5): no gravitó mucho en el juego. Se vio perjudicado por la dinámica del partido, más de necesidades en la marca que en la creación con la pelota al pie, su fuerte. De cualquier modo, fue incansable en el ida y vuelta y se acomodó bien en su sector a la hora de marcar.

F. Barone (6,5): todo sacrificio. Corrió, corrió y corrió todo el partido. A la hora de defender, fue uno más en el mediocampo haciendo sombra y molestando la salida de los volantes. También tuvo que llegar para acompañar arriba y lo hizo: tuvo el segundo pero no pudo concretar.

P. Haedo (7): una vez más, si es gol de Resto, 14 dice la chapa. Aparición fantasmal en el momento clave para abrir el marcador, y mucha voluntad arriba para pelear bastante solo. Comandó los contraataques con criterio, y su temperamento desencadenó la suspensión final.

No ingresaron: Boto, Cabe, Coco y Santi. Típico partido en el que uno piensa “dejemos todo como está, mejor no cambiar nada”. Murieron en la cancha los 9 que arrancaron, y por lo tanto no hubo modificaciones. Igual los quiero a todos.

Hinchada: cada vez más numerosa. Juan Cruz (jugador número 10), Marra, Vicky, Carla, Yamila, Caro y el hermano de Vicky, sufrieron palmo a palmo la definición de este apasionante encuentro hasta el final. Cada vez nos vienen a ver más chicas. Se ve que ahora somos más lindos que cuando estábamos en la C…

lunes, 7 de julio de 2008

RdM - Bola 8: Empujón anímico

Eran las 3 de la tarde de otro domingo gris en la bellísima Buenos Aires, y el Resto tenía que enfrentar al cuco de cualquier pool. Era un equipo del que sabíamos poco, con pocas caras conocidas del otro lado (el 10 de Yama y Pablito Giterman, por lo menos), pero sin darle demasiada importancia a análisis previos, la escuadra albinegra afilaba sus dientes y se entregaba a la premisa de "ganar o ganar" para mantenerse en la cumbre del fútbol maderista. La formación del equipo veía la vuelta del "mago E" Manuel y del "Samurai colestérico" Millo y las camisetas se alineaban así: "Alca" Binicki resguardando nuestros sueños; "La Caja seguros" Musgo, "Su Chuleza" Peralta y "Despeinado pero feliz" Mula en el fondo; "Tractor amarillo" Yu, "Pequeño y débil" Boullosa y "Zurdito sucio" Eiras por el mediocampo; "Bestia peluda" Haedo y "Ancho de estómago" Moralejo. Afuera esperaban expectantes Federico Boullosa, Santi Avalle, Coco Miel, quien les habla y aquel que forja felices relaciones de amistad con los que nacieron hace poco (Francisco Barone). Luego de unos cantos poco felices hacia nuestro número 3 por parte de su ex equipo que acababa de empatar, la bola sufrió su primer impacto.
Los primeros minutos del partido sivieron para que los dos equipos que se acomodaran en la cancha. La defensa del resto intentaba estar bien parada para no sufrir los sofocones del partido anterior y los del mediocampo buscaban generar juego desde abajo. Bola 8 evidenciaba que su plan consistía en atacar buscando su lateral derecho y llegar tocando hasta el área con el auspicio de sus hombres de buen pie. Sin embargo, Resto se posicionó más rápido y mejor y pudo lastimar. A los 5 minutos del partido, un córner enviado por el roedor de mala higiene es cabeceado con violencia por Pablito Haedo y luego de un poquito de suspenso la pelota terminó entrando. Felicidad y gol tanto para el equipo como para la hinchada y otra pepa que se acredita esta fiel representación del Manteca Martínez. Lo que quedaba del primer tiempo se iría sin pena ni gloria. Más allá de algunas subidas del Samurai Colestérico por izquierda, que haciendo gala de su buen fútbol y de su entrega intachable buscaba el segundo asociado con Pablo, pero ninguno de los intentos del ataque llegó a la red contraria. Fue Musgo quien, luego de recuperar una pelota por su banda, se acercó hasta tres cuartos de cancha y revoleó el balón en zapatazo memorable; pero su remate sólo logró lastimar el travesaño y se fue por arriba. No fue suficiente como para aumentar el marcador, pero sí lo fue para que Juan "el hermano de Julio" Cruz expresara su emoción con un "Musgo, te amo!" gritado a viva voz. Finalmente terminó la primera mitad y el resumen del juego mostraba un Resto del Mundo que, en franca posición dominante, amenazaba con seguir buscando certeramente el segundo gol y la definición del partido. La defensa estaba bien parada, el medio tenía un gran volumen de juego y a todos los jugadores de la cancha se los notaba muy activos.
El entretiempo vio la salida del socialista y el ingreso de quien tiene muchos amigos entre los de escasa edad. "Cesc" Barone se pararía por izquierda para aportar más verticalidad y generar más peligro para que la victoria no se quedara en lo moral. Los rivales decidieron en la cesura que el único cambio táctico que les podía dar la victoria era hacer que el gil de afuera se dedicara a bardear al árbitro cada vez más. Pitazo y a lo que queda.
El segundo tiempo fue más de lo mismo. Resto tenía la pelota y atacaba, a veces con poca profundidad, pero generando pelotas paradas que iban dirigidos a Pablo o a Peralt para buscar un frentazo como el de los primeros 20. Los ataques rivales quedaban a los pies de la defensa albinegra, muy firme en la marca y sensatos en la salida. Todo parecía dominado, pero un gol puede venir de la nada (sobre todo en el campo), así que el segundo se hacía cada vez más una necesidad. La primera chance neta de gol sería para el controlador del partido, que enarboló una jugada de fútbol magistral por la izquierda entre Fran y Pablo para dejar al último samurai con sobrepeso en una posición sólo mejorable si al arquero le agarraba un infarto y moría ahí mismo. Sin embargo, el remate es interceptado por el egoísta y lamentablemente sano guardameta y desviado al córner para la desazón de todo el plantel que veía dilapidada la oportunidad más clara del segundo tiempo. A los diez minutos de juego se producían las siguientes modificaciones: saldrían del campo de juego "La saeta de los mil kilos" Moralejo y "Gemelos pentágono" Yu e ingresarían "Si Barbie fuera hombre" Avalle y "Como Coto pero con B" Wuhl, ambos al mediocampo, mientras que la vertiginosidad de aquel que traba relación en buenos términos con los que hasta hace poco residían en el útero se adelantaba más en la cancha. El objetivo era claro: seguir atacando pero de manera ordenada y, ante todo, mantener el cero. Afortunadamente, nuestra defensa seguía imperturbable y eso liberaba a los demás para dedicarse a las tareas ofensivas. Y así llegó el tan esperado 2 a 0: un servidor recibe la pelota por la banda derecha, la entrega hacia adelante para Fran. L'ami des enfants le juega el centro por el piso para Pablo, que alcanza el balón antes que la defensa de la Bola para después irla a buscar y empujarla. Gol, euforia y ya quedaba poco por jugar. Entonces el capitán, en un gesto de indiscutible grandeza de carácter y benevolencia para con sus súbditos, le cedió el puesto a su hermano, ex titular indiscutido ahora devenido en vaca inmóvil, pero con una zurda que (con suerte) sigue escondida debajo de la grasa.
Todo parecía terminado, pero el destino puso un último toque de innecesario suspenso en el partido. Poco después del gol del Resto vino una arremetida de Pablo Giterman, ex compañero de promoción que ahora es partidario de la más negra de las bolas. Luego de un fallo en el despeje por parte de Panchito Barone y de distintos errores defensivos (al mismo tiempo de un importante mérito del ex octava), remate, rebote, gol. Un 2-1 que mancillaba un marcador que hasta entonces había reflejado perfectamente el desarrollo del partido. Pero el fútbol es así y había que sufrir unos minutos más.
Como era de esperarse, Bola 8 quiso arremeter con todo contra la valla del "Clown" Binicki, pero la defensa permanecía incólume. Esto dejaba espacios en el fondo de los de rojo para que "Behemoth" Haedo hiciera de las suyas. Así logró que el central viera la segunda amarilla por una falta en la puerta del área. El tiro libre fue ejecutado por Cabellosa, infructuosamente. El Golem tuvo la definición del pleito en dos oportunidades más, pero el arquero rival achicó bien y se quedó con las débiles punteadas del delantero. Y como dicen los viejos, "goles que no se hacen en un arco...". Una contra por derecha en la que sería la última jugada de riesgo del partido lo encontró al zaguero solo, solito contra un delantero contrario; una sucesión de hechos de legalidad dudosa se transformó en falta árbitro mediante y pelota parada en la puerta del área para un contrincante que propuso poco y nada en todo el partido, pero que estaba a punto de llevarse un empate. La acomodan... toma carrera... por arriba del travesaño. El plantel entero desagotó sus pulmones y sólo esperó los pocos minutos que quedaban.
El Resto ganó su segundo partido de tres disputados en la máxima categoría. Hasta ahora nunca estuvimos en desventaja en el marcador. Tenemos 5 goles convertidos en tres fechas y sólo nos hicieron dos. En los tres partidos se hicieron cambios en distintos momentos y el equipo nunca sufrió en cancha a partir de las modificaciones. Pero más que el recambio, más que las victorias, más que el invicto y los goles, lo que emociona de este equipo es la capacidad de generar buen fútbol, las dudas que se van con el viento del puerto, las preocupaciones que se quedan del otro lado del puente. Es esto lo que da confianza para mirar hacia adelante, para desafiar sin temor a cualquier otro equipo de la liga, para mirar a los ojos a cualquier contrincante y hacerle saber sin vacilar que esto es el Resto carajo, y el Resto vino a ganar.