martes, 29 de julio de 2008

RdM 3 – Todos Juntos No 1: Campeones de Invierno

Luego de un año y medio de reticencias, este humilde servidor se rinde ante las presiones de la gente (y la amenaza del dictador) y se dispone a narrar lo acontecido en el predio de la costanera.
Nos enfrentamos a Todos Juntos No, equipo que había ganado los cuatro jugados, manteniendo el himen en su arco, pero sin mostrar gran fútbol, y con antecedentes de arrugar frente al mundito albinegro. Compartíamos la punta, teniendo ellos un partido menos. Perder significaba despedirnos del campeonato. Todos sabíamos lo crucial del encuentro, y la previa fue caldeada: “les metemos cuatro” dijimos, “bollo, hago dos goles y me chupas la pija” respondieron, “si no le ganamos a estos muertos no juego más en Resto” concluí; incluso nuestro barrabrava tenía claras instrucciones sobre como tratar a la novia de un delantero rival.
Pero el domingo a las 12:00 comenzó a rodar la bola y se terminaron las palabras.
Formamos con “Pletikosa” Binicki al arco; Musgo “apretá el 8” Muschiatelo como stopper por izquierda, “La Mema” Peralta como libero y “no me pongo apodos a mi mismo” Di Fabio completando la zaga; en el medio se paraban “Friendly” Barone, “Il Capitanno” Boullosa y “Tesis Dedicada” Yu; arriba, nuestros tanques, “Obsceno del Gol” Haedo y “Remisero” Moralejo. Santi Avalle, Boto y El Cabe, se quedaron en el banco para pedir tarjetas, exigir pierna fuerte, y ver si en algún momento podían entrar a jugar. Notarán que faltan Manu, de viaje por nuestro país, y Coco, quién seguramente tenía una resaca espeluznante (a riesgo de prejuzgar).
El equipo tricolor sacó del medio y tuvieron su chance. Atacaron por la derecha, mandaron un centro, el Alca salió mal, la volvieron a meter al area, la sacamos como pudimos, y luego de más rebotes, la pelota terminó en un saque de arco. Luego de este sofocón, Resto se despertó y se adueñó del juego. Porque se los anticipo ahora: el primer tiempo fue baile. Arriba creamos una situación de gol tras otra, y la seguridad defensiva le permitió al arquero-clown leerse la Viva y resolver algunos sudokus. A los cinco minutos de juego, llegó la primer alegría: sacamos un corner desde la derecha, el esférico queda boyando en el área y nuestro reciente licenciado oriental (quien utilizó la camiseta retro) lo hace besar la red con potente derechazo: 1-0 y a seguir tocando.
Las chances para aumentar eran continuas. Millo conjugó bien con o amigou das crianças por izquierda y definió cruzado frente al atemorizado arquero rival, pero la pelota atravesó el area sin encontrar quien la empuje. Luego se adueñó de un tiro libre prometedor, que terminó siendo muy alto. Fat&Gym se iba a quedar con las ganas de dedicarle un gol a su padre-espectador. Además cada corner o lateral al area era medio gol. El aprendiz de Mussolini hizo gala de su preciso botín derecho al gritar “PERAAAL” y a continuación enviar un centro a la cabeza del señor de las alturas, quién la bajó al area y casi gritamos el segundo. Mientras tanto, poco pasaba lejos del arco todosjuntosnoense. Musgo deleitó a todos con una serie de patinadas y el árbitro dió muestras de su pobreza personal al cobrar más de un hombro-con-hombro y amonestar a Bollo por un par de sutiles pataditas en un tobillo ajeno. Llegando al minuto 15 de la primera etapa, los abrumados defensores rivales quisieron salir jugando. El 14 restista interceptó el pase (si!), trabó y ganó con el último hombre (siiii!), le tiró un sombrerito al arquero (siiiiii!) y de cabeza la mandó a guardar (SSSIIIIIIIII!!!!!). El animal del gol había realizado otra de sus hazañas, y sus compañeros solo podíamos mirarnos y comentar “que fácil que parece todo con este tipo”. Merecidísimo 2-0, delirio en las tribunas y el sentimiento de estar solos en la punta a flor de piel. Los minutos siguientes fueron más del mismo asedio hasta aquí mostrado. Los delanteros presionando, los volantes verticalizando y El Cabe con ganas de comprarse su primer paty del día. La última, obviamente, también fue para nosotros. En otro fallido despeje de la defensa, Bollo la agarra de lleno pocos metros fuera del area; el remate es fuerte pero al centro, el arquero la manotea, y el rebote se le escapa a nuestros arietes. El juez escucha los pedidos de clemencia de la escuadra rojiverde (y blanco) y decreta la finalización del primer tiempo. Así se fueron los mejores 20 minutos de Resto del campeonato.
En el entretiempo la dupla Boullosa-Boullosa decide cuidar la presión arterial del equipo, y saca al factor de riesgo Moralejo, pone al “Terror de las chinchillas” Avalle al medio y manda a FranCesc arriba. La clara intención: cerrar filas en el mediocampo y ganar velocidad en la delantera.
El segundo tiempo tuvo otro matiz. Todos Juntos No se dio cuenta que se le acababa la mentira de equipo imbatible, y salió con los ojos vendados y los tapones de punta a ver si pasaba algo. Comenzaron los roces y a los pocos minutos S.A. tuvo una reacción exaltada (eufemismo de ridícula y al pedo), prometiéndole la muerte a un TJN´s. Al árbitro el partido se le iba de las manos y cobraba faltas inexistentes y no amonestaba en ocasiones meritorias. Mientras los históricamente fríos de pecho intentaban con bochazos (su juego por el piso fue cortado sistemáticamente), nosotros nos basábamos en tirársela a Pablo, quién, en gran partido, se encargaba de aguantarla y tocar para los costados o encarar él.
Antes de los 10´ cae otro centro en las inmediaciones del Alca, el central contrario anticipa a más de uno y clava un gran cabezazo al ángulo.2-1, y mientras llevaban la pelota hacia la mitad de cancha, a más de uno se nos cruzaron fantasmas de empates sufridos, pero el grito fue claro “hacemos el tercero y se acaba la joda”. Resto no perdió el orden, y el rival siguió nervioso. Un nervioso Nº22 primero hizo una alevosa falta en mitad de cancha (ignorada por el árbitro), y segundos después empujó a nuestro hombre gol frente a las narices del juez, quien no tuvo más remedio que expulsarlo, sin percatarse de la patada que tiró Pablito. Nuestro enojado delantero solo fue calmado cuando su hermano mayor le aclaró: “si hay que pegar, pego yo que no me pueden suspender”.
Con más rispideces que fútbol, Resto siguió buscando, y creció junto a la figura del Licenciado Yu, que siguió corriendo y apilando por la derecha cuando muchos ya parecían cansados. Tuvimos un último susto cuando en un centro cruzado, éste narrador confió en que la pelota salía y se olvidó de su jugador a marcar, el cual llegó a cabecear sobre la línea y la pelota dio en el travesaño, evitando el empate y permitiendo que las bolas me bajen del cuello.
En los últimos minutos, otro contrincante fue expulsado por putear al arbitro, clara muestra de su impotencia, producto de ser superado una y otra vez por los del fondo. Con dos más, era cuestión de meter el tercero para embellecer la planilla final. Y nuevamente llegó por medio de la figura de la cancha. En una jugada de varios toques, Haedo encaró y la abrió hacia la derecha, apareció Santi, cruzó el pase hacia Fran que entraba por la izquierda, quien en vez de pegarle de una, volvió a tocar al medio; ahí el monstruo pensó “basta de tikitiki” e infló la red a pura potencia (un defensor la desvió, pero se lo damos a él porque somos buenos y la pelota entraba igual). 3-1, partido liquidado, y más punteros que nunca. Ingresó Boto por Ferka, pero ya no quedaba tiempo para nada.
El juez pitó, el encuentro terminó y Resto del Mundo se adueñó de la punta y se consagró Campeón de invierno. Título chistoso y decorativo, poco importante para éste plantel con ambición, sed de gloria, y unas ganas locas de ser campeón de todo en su primer año en la A. Jugando así, vamos confiados.

Uno x Uno

Alca (5,5): Sacó alguna, falló en otra y evidenció su problema a la hora de armar barreras. Sin responsabilidad en el gol.

Musgo (7): Sin fallas. Recuperó y sacó todo lo que le vino por su banda. Incluso sus resbalones causaron más risa que preocupación.

Peral (7): Si bien el del gol era su marca, no es justo decir que fue culpa de él. Seguro por arriba y por abajo, también colaboró en el ataque aereo.

Mula (6,5): de muy sólida tarea como a lo largo de todo el campeonato, cometió la falla de dejar correr una pelota que pudo significar un absurdo empate, y así se ligó los agudos retos de mi persona. Por abajo, impasable. (by Bollo)

Fran (7): De volante primero y delantero después, tuvo un buen partido. Subió bien la pelota, colaboró en la marca, y sólo falló a la hora de concretar un par de chances claras que tuvo.

Bollo (7,5):Manejó los hilos del mediocampo, asistiendo al festival de la delantera. Mostró clase el ejecutar las pelotas paradas (excepto un tiro libre, creo, ya no me acuerdo).

Ferka (7,5): En su modalidad tractor, avasalló por su costado. Nos sigue sorprendiendo llegando a los bochazos que nadie puede alcanzar. Y nos dedicó su tesis, un amor.

Millo (6,5): Se movió bien y creo situaciones. Lástima que no pudo concretarlas. Fue reemplazado en el entretiempo.

Pablo (9.25): Su mejor partido del año. No solo hizo dos goles, sino que se entendió con todos y tocó, tiró paredes y amedrentó a los defensores. El 10 me lo reservó para cuando haga el gol que nos de el título.

Santi (6): Entró en el segundo tiempo y estuvo mal parado a la hora de marcar. Se enojó rápido, pero después pudo aportar toque en la salida y orden en el medio.

Boto (-): Jugó apenas un minuto, no se si la tocó. Gritó bien desde afuera.

El Cabe (-): Se dedicó a la parte técnica, nunca se puso los cortos.

Hinchada: Nutrida y fervorosa. Las novias divinas aportaron glamour, Nestor nos miró con elegancia y bigote, los amigos de Millo alentaron ruidosamente y Juan Cruz se quedó con las ganas de toquetear a la novia del delantero rival (por ausencia de la muy cobarde).