martes, 4 de diciembre de 2007

Uno x Uno

Alca (5): Sin ser casi inquietado, respondió bien. Sobrio.

Mula (6.50): Lo mejor del equipo. Muy seguro en la defensa y MUY bien en la salida, animándose a remontar un excelente contragolpe, con calidad y fiereza.

Pepe (5): Sobrio. Sin pasar momentos de holgura, respondió en defensa. No pudo hacerse valer en el área rival.

Musgo (5.5): Solvente en la marca, fue la 3a pieza del cerrojo restista de mitad hacia abajo.

Ferka (6): Luego de un tímido primer tiempo, en la segunda etapa llevó peligro con 2 buenos remates y marcó el camino. Buena labor.

Bollo (6.5): Excelente en la marca , estuvo bien en los pases aunque muy atado a su posición de volante central retrasado (Pobre, es "especial"). No dudó en dar murra, lo cual se aplaude por demás.

Manu (5.5): Sigue lejos de su nivel, pero es de destacar su entrega y corazón en la faz defensiva. Es la pieza clave que necesita el equipo para dar el salto de calidad.

Pablo (5): No pudo desequilibrar en ningún momento, no sólo por la labor defensiva rival sino también por la falta de volumen de juego. Tuvo una mala decisión en un tiro libre clave.

Millo (5): Aunque impreciso con la pelota, se la rebuscó para crear la más clara del equipo. Perdió alguna marca que nos pudo complicar mucho.

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Boto y fran (10): Hinchas número 1, no se cansaron de alentar y arengar a sus compañeros debajo de un sol que derretía.

Cabe (9): Tampoco ingresó, pero gritó menos que los antes nombrados. Hable, maestro, que de esto entiende y mucho.

lunes, 3 de diciembre de 2007

¿La Tercera será la vencida?

En el camino al ascenso, en la tercera contienda promocional de la historia albinegra, se interpone un gran equipo que supo ser campeón y que en la cancha ha mostrado vestigios de esa calidad, si bien a cuentagotas. Su nombre -por demás alegórico-, "La Tercera".

El Resto del Mundo, en una posición expectante y precavida, formó entre sus filas a los siguientes nombres: el "The Clown" Binicki debajo de los 3 palos; la mula, frazadita veloz y el mosquetero en la zaga; Ferka, il capitanno y el mago Manuel pretendiendo desequilibrar en el mediocampo; y una ofensiva que ya sale de memoria, con Pablo y Millo. Sisi, los sollozos de niñas y niños delatan la sensible ausencia del entranable amigo de la juventud, cuyo desnivel y vertigo constante es fundamental para el funcionamiento del equipo.

Un día tórrido, un sol abrasador y una ilusión ardiente constituían las circunstancias del partido, disputado en la cancha 2 en el mediodía dominical puertomadrense. Dos equipos con ideas futbolísticas antagónicas se enfrentaban en busca del primer chico, aunque fuese por la mínima, para sacar ventaja temprana en vistas a la segunda y definitoria batalla. Lamentablemente, el desarrollo parejo y combativo, sumado a una cautela propia de una instancia en la que se es perfectamente consciente de todo lo que está en juego, no nos entregó demasiadas situaciones de riesgo más sí una infinidad de intentos infructuosos.

En el primer tiempo, las huestes restistas se mostraron demasiado contenidas, con una atención impecable en la faz defensiva pero con una muy tímida apuesta hacia el arco contrario. La Tercera, por su parte, mostró claramente sus cartas de juego: un 10 habilidoso, receptor de la totalidad de los balones en ataque, y una decidida política de enviar centros en busca de algún cabezazo salvador. Sin embargo, a excepción de una jugaba en la cual quien les habla no logra cerrar debidamente, no lograron inquietar al guardamente circense.

En la segunda etapa, habiéndose ya adecuado al rival de turno, el Resto pudo liberarse un poco más y adelantarse en el campo de juego. El secreto está por las bandas: claramente existen espacios para explotar por la velocidad y agresividad de los carrileros albinegros. Ferka nos mostró el camino, al incursionar dos veces a los 3/4 rivales con buenos remates, aunque no encontrasen destino de red. Promediando la etapa, Pablo recibe una infracción en la puerta del área rival, cuya ejecución era derimida entre los habituales ejecutantes de penas (Bollo, Millo y Pablo). Finalmente, el goleador sería el encargado, quien -en desatinada decisión- opta por picarla por sobre la barrera. Sin dudas, deberá trabajarse y mucho sobre el aprovechamiento de situaciones de este calibre, pues un equipo con aspiraciones de grandeza no puede darse el gusto de despilfarrarlas. El trabajo en pizarrón -sobre todo en una definición tan reñida- puede ser un factor determinante.

Finalmente, queda por relatar la ocasión más clara del partido. En un contraataque modelo, comenzado por un bun despeje de la mula, el Pablo choto controla el balón y decide atinadamente entregársela al autobús surcoreano, quien recorre 30 metros con la pelota en sus pies. Por el costado opuesto, Millo ingresaba en soledad y, ejecutando una trayectoria en diagonal hacia el centro, es asistido por la devenido mediocampista. Si bien ligeramente largo, el pase es perfecto, ante el cual el blondo delantero pretende eludir al guardameta rival. Cuando la maniobra parecía perfecta, este último lograr asestar un manotazo desviando la trayectoria del balón. Esto terminaría por complicar la jugada, haciendo que el remate final del 7 pueda ser desviado por la defensa, quien habían tenido tiempo suficiente para reposicionarse.

El pitazo final deja la serie más que abierta para una enfrentamiento a cara o cruz el domingo entrante. Si aquel encuentro se disputase de manera similar, no sería descabellado albergar la posibilidad de una definición desde el punto penal. La incógnita y principal punto de preocupación pasa por la ausencia con aviso del cancerbero Binicki, de vital importancia en lo que va del torneo (por razones de diversa índole).

Las bandas tienen en su poder la llave de la serie, pues la defensa rival se para muy bien en la zona central pero desatiende de manera llamativa los flancos. Francisco, quien roba suspiros de niños y -sobre todo- de niñas, será fundamental a este respecto, con lo que las tropas albinegras esperan con ansias una pronta recuperación. Todo esto, y ese orgullo de vestir esa camiseta, aquel mismo que nos exhorta a dejar el alma en cada partido, serán quienes prevalezcan.
La Tercera será la vencida!