lunes, 31 de agosto de 2009

Rdm 0 - OSDE 1: Para nosotros, es el PAMI.

Un marco espléndido, inédito para un 29 de agosto, circunstanciaba un encuentro a priori muy complejo contra un viejo conocido, OSDE. Un historial desfavorable in extremis justifica que su sistema de juego ha siempre resultado indescifrable para este buen equipo que es RdM. ¿Por qué? Si bien sostenido por un planteo conservador y contragolpeador, cuenta con jugadores de notable buen pie, que entienden mucho a la hora de tocar, pisar y distribuir.

La gran ausencia del team era el Mosquetero Muschitiello, valuarte y cancelador de la banda izquierda de la defensa. Más allá de eso, la formación ya comienza a salir de memoria: Alca en la valla; La Mula, Peralt y Santi, en la zaga; Bollo, Manu y Boto, en el centro del campo; Pablo y El Cabezón, en la temible delantera. En el banco, esperaba, deseoso de entrar e incansable en el aliento, este humilde servidor, acompañado por el Mosquetero embotado y el EX-hincha, que daba la casualidad que no tenía otra cosa que hacer y se dignó a aparecer.

Pitazo inicial, y se largaban 40 minutos del deporte más hermoso del mundo, pero en una versión no tan hermosa. Ya en un comienzo, el equipo rival se veía mejor parado y jugando prácticamente a voluntad, de la mano de la gran figura del partido, el 5 contrario. Resto se mostraba dubitativo, anonadado y con una inusitada falta de intensidad y actitud. Aún así, se las ingenió para hacer llegar el balón a la bestia que tiene como centroforward. Pablo, ese titán de electrizante gambeta e incontrolable potencia, tuvo dos chances muy claras, nacidas de su propia capacidad generadora de peligro, pero lamentablemente no pudo concretarlas.

Promediando la primera etapa, el desarrollo ya se volcaría decididamente en beneficio de OSDE, posicionándose en campo restista con un juego asociado muy criterioso y preciso. Luego de un lateral ejecutado por Peralt, conceptualmente erróneo, la pelota cae en el pie del peligroso 5 rival y avanza hacia la línea defensiva restista en pleno dominio del esférico. Cuando se le encima la marca, la entrega a Adán, quien vuelve a ganarse el paraíso al devolvérsela en una posición inmejorable para dar la puntada final. Así, pisando el borde del área, ese maldito 5 propina un cachetazo divino para colocar el balón en el palo más alejado del Alca, que nada pudo hacer ante tan magistral ejecución. Silencio sepulcral. Los minutos restantes seguirían de la misma manera, con un RdM apático, que no lograba reponerse del golpe. No hubo mucho más que resaltar.

En la charla del entretiempo, se pretendió hacer hincapié en la intensidad y la concentración, pero había que mejorar en todos los aspectos de juego. Como si hubiera hecho efecto realmente, se pudo empezar mucho mejor, coartando los circuitos de juego del equipo rival y con mayor rigor en la marca. No obstante, el arco rival nos estaba quedando demasiado lejos, imposibilitando traducir esta mejora en situaciones para conseguir el tan ansiado gol del empate. A los 13, el cuerpo técnico determina la entrada del cronista, en lugar de Boto, para buscar una mayor presencia ofensiva. Eze pasaría a acompañar a Pablo en la delantera, mientras que El Cabezón se ubicaría en posición de media punta, ayudando más a la generación de juego. De alguna forma, el objetivo daría sus frutos porque el equipo podría encontrar las chances más claras del encuentro. En primer lugar, luego de una corajeada de Pablo, al recuperar una pelota prácticamente perdida, Eze no logra acertar al arco mas sí a la 5ª luna de Saturno, con un remate estratosféricamente desviado. Dos minutos después, Bollo pisa los 3/4 con pelota dominada, vislumbra la entrada del Mago Manuel por el segundo palo y se la coloca en la testa de manera magistral. Con un toque que habla a las claras de su categoría, el mago asesta un cabezazo brillante en dirección al corazón del área, el cual inexplicablemente no pude ser conectado por Pablo. Así terminaría el partido, con RdM empujando y empujando, y quizás justificando un empate que no pudo ser.

RdM 0 – OSDE 1, e historia repetida. Hay mucho por replantearse. Más allá de un segundo tiempo aceptable, se jugó, por lejos, el peor partido del año y uno de los peores de la historia reciente. Lleno de desconcentración y desaciertos, constituye la primera derrota del año, pero en contrapartida, nos permite encender la señal de alerta. Quedan 8 partidos todavía, falta mucho y puede enderezarse el rumbo, pero NO de este modo. El equipo tiene nuevamente que sacar a relucir la garra, la intensidad y por sobre todo, el fútbol que lo ha caracterizado desde su gesta.

EM

Uno x Uno

Alca (5.50): Buen desempeño, sin mayores sobresaltos. Nada de responsabilidad en el gol.

La Mula (5.00): El mejor de la defensa, aunque eso no es decir mucho.

Peralt (4.00): Uno de sus peores partidos. Tuvo responsabilidad en el gol, al regalar un lateral a la figura del rival, y dejar su puesto descubierto. Mejoró en el 2º tiempo.

Santi (4.50): Muy flojo desempeño, sobre todo en el primer tiempo, de un tipo tradicionalmente rendidor. No acertó en los pases y estuvo impreciso.

Bollo (5.00): El capitán no pudo desplegar su juego, más allá de algunas pinceladas en el final del partido. Se lo vio falto de movilidad y de la intensidad característica.

Manu (5.50): Es la magia del equipo, con su pisada y visión de campo. Gran asistencia de cabeza a Pablo.

Boto (5.00): De timorato primer tiempo, fue clave en el segundo, con su fiereza y entrega. Gran murra para ganarse la tarjeta amarilla. Este cronista lo festeja a viva voz.

Cabe (4.50): No encontró su truco.

Pablo (4.50): El dominio del área, siempre temible. Sin embargo, tuvo 3 ocasiones claras y no pudo concretarlas.

Millo (4.50): En su pequeño rato en cancha, corrió y se esforzó. Tuvo una clara y la colgó. Una pena.