miércoles, 17 de junio de 2009

RdM - Todos Juntos No: Cuando no se puede ganar...

Bueno, finalmente luego de unos días de espera, se inaugura de esta manera nuestro tan querido espacio cybernético dedicado a las gestas de Resto del Mundo, glorioso y grandioso equipo de futbol 9.
Con la ambición de campeonar a fin de año, como en cada inicio, y la ilusión a tope, Resto debía debutar en el torneo con el actual subcampeón Todos Juntos No, equipo al que el año pasado supiéramos humillar por 3 tantos contra 1, en memorable primer tiempo. Claro que ahora las circunstancias eran diferentes. Con uno de sus delanteros deambulando por el Viejo Continente, y el otro buscando su mejor forma física (algo que busca hace como 4 años, se le está haciendo complicado encontrarla, pero le seguimos teniendo fe), se abrió la grieta para que el Cabe fuera el acompañante del as de espadas Haedo en la delantera. El funcionamiento de la dupla sería una incógnita a develar con el correr de los partidos. Como si esto fuera poco, un puntal del equipo, Ferka Yu, deberá permanecer fuera de las canchas por algunas semanas debido a una dolencia en su maltratada rodilla. En consecuencia, la escuadra albinegra formaría con Alca; Mula, Chulo, Musgo; Boto, Manu, Bollo (cronista); Pablo, Cabe.
El gemelo de Buonanotte hizo sonar su silbato, y comenzó a rodar el esférico. De entrada, Resto del Mundo empezó el partido con todo, dominando pelota y terreno de juego. Muchos nos acordamos entonces del paseo del año pasado, aunque la cosa sería algo diferente. El juego se cargaba principalmente por la izquierda, donde Musgo salía con quien les habla, para luego conectar con los dos de arriba, que en minutos se buscaban más que ninguna otra dupla ensayada en los últimos torneos. Así fue que antes de llegar a los 10 minutos, la adelantada y desarmada defensa rival vio con impotencia cómo el Cabe cedía en profundidad con precisión para el pique en solitario de Pablo, que con tiempo y recorrido, enfrentó cara a cara al buen portero rival, y ante el achique definió desviado, por encima del travesaño. Resto dejaba pasar una chance clarísima de gol de la mano de su goleador, muy raro en él no convertir desde esa posición.
El partido siguió en el mismo tono, Resto proponía y se aproximaba, mientras el rival le jugaba largos pelotazos al número 11, que se las ingeniaba para bajar la pelota entre la a veces dubitativa respuesta restista en defensa. No obstante, eso no se traducía en peligro. Tras un lateral ofensivo, el equipo tricolor contaría con su primera y única opción clara de gol de todo el encuentro: el balón supera la posición de Peral y su marca, pica en la puerta del área, y ante el mal cálculo de Mula, la pelota lo sobra y depara en un delantero contrario que, sin marca y en la puerta del área, define como viene, pero afortunadamente su remate es defectuoso y se pierde cerca del palo derecho de un desprotegido Alca. Una enorme falla estuvo cerca de dejarnos abajo en el marcador, pero por fortuna, el sacudón había pasado y las acciones continuaban. Fue en los minutos siguientes en que tuvimos la jugada más clara del partido. Luego de una buena combinación entre los delanteros, la pelota le llega al Cabe sobre la izquierda y abriendose. Por un momento creímos que iba a rematar, pero al tener un ángulo muy cerrado, se acomoda y saca un excelente “centro” cruzado por bajo, para que por sorpresa y a la carrera, Pablo entrara libre por la derecha para tocar al arco vacío y así anotar el 1-0. Por qué entonces el encuentro terminó con la pizarra en blanco? Porque inexplicablemente el 14 pifió la pelota cuando sólo tenía que empujarla, sin siquiera haberla tocado, y ésta se perdió tristemente por la línea de fondo. Una verdadera pena no haber anotado tras disponer de una chance de gol tan clara, pero se vio a las claras que el artillero albinegro estaría con el arco cerrado, y tras las dos chances dilapidadas, no volvería a generar riesgo en el arco contrario. Llegando al final del primer tiempo, Cabe se filtra en el área tras una jugada que, sinceramente, 9 días después del partido no recuerdo, y cuando se dispone a intentar rematar (cosa que ya le iba a resultar bastante incómoda, por no decir imposible) es trancado de atrás por su marca, transformandose en un evidente penal que el ratoncito vestido de negro iba a ignorar olímpicamente, manifestando su convicción para cobrar sólo las faltas evidentes, las que provocaran fracturas de algún tipo o la amputación de un miembro.
En medio de las protestas, se diluyó el primer tiempo y nos fuimos a descansar, masticando bronca por haber llegado con mucha claridad al arco rival, y no haberlo podido capitalizar en el marcador.
Se puso en marcha la segunda etapa sin cambios en la formación, pero sí con algunos en el desarrollo del partido. Los primeros 10 minutos fueron claramente dominados territorialmente por TJN. Resto del Mundo jugaba en su campo, y se le cerraban los caminos para manejar la pelota y el partido. El notable cambio en la reglamentación de los laterales (a partir de ahora a ejecutarse con las manos, como en el fútbol de a de veras) a veces complicaba las salidas del fondo, ya que la pelota se jugaba corta y muchas veces era recuperada por el rival. Arriba, Pablo había entrado en un duelo personal con el líbero rival, del cual salió claramente perdedor, y exageró a veces de la individual, ya no asociándose con el Cabe pese a haberlo hecho muy bien en la primera parte. Es justo aclarar que, pese a este dominio, el rival nunca creó una jugada concreta de gol en todo el segundo período. El partido se hizo trabado, friccionado, comenzaron a verse foules fuertes (me hago cargo de un par violentos), y el rival intentó con un par de corners a ver si se le daba por esa vía, pero no tuvo puntería. Resto del Mundo, que ya para la mitad del complemento volvió a nivelar las acciones, tendría un par de ocasiones más. Primero, tras un desborde de Pablo por derecha, el centro bajo encuentra el pique al vacío de quien suscribe, que entrando en posición de 9 se encuentra para definir cara a cara con el arquero a 3 metros del arco, pero al tener la pelota un poco adelante, se barre para impulsarla de alguna forma, y termina casi frenándola sin darle potencia, y quedándole así mansita al portero en las manos. Una picardía total, de la cual hasta el día de hoy este cronista se arrepiente. Por último, queda por narrar la jugada del primer y único corner a favor que tuvo Resto del Mundo, cuando ya el partido se moría. El mismo llega pasado, buscando la cabeza del príncipe de los cielos que juega con la 8 en la espalda, que cabecea contra el palo izquierdo, y obliga a la estirada del arquero, que toca el balón antes de que éste pegue en el palo y se pierda en el corner que el juez por algún motivo no quiso cobrar.
Pitazo final de este amargo encuentro, y bronca en general por el punto desperdiciado. Se sabe que se dominó claramente en el primer tiempo, donde el equipo pudo y debió sacar una ventaja, y que se dispuso a lo largo de todo el encuentro de las chances más claras, y por ineficacia en la definición, no se pudo llegar a la apertura. Comienzo en cero entonces para el conjunto blanco y negro, que tiene todo el crédito para los partidos que vienen, ya que esto recién comienza. Sin más, y disculpándose por la demora con todos los fervientes lectores, se despide su cronista de cabecera.