miércoles, 6 de junio de 2012

RdM - Vasco Viejo: Un paso atrás (para tomar impulso)

Iba a pasar. Si no, no seríamos Resto del Mundo. Iba a llegar el día en que un partido, en los papeles accesible, se convirtiera en un calvario futbolístico. Las boqueadas sonaron en la semana, en el marco del postrero asado que el plantel se iba a mandar en Floresta. Que si hago un gol regalo tres vinos, que si mantenemos la valla invicta pongo dos vinos, que si tiro 2 caños garpo un kilo de mollejas de corazón, las vanas promesas desfilaban. Y Resto debía enfrentar a Vasco Viejo, equipo veterano, aguerrido, que reemplaza la escasez de talento con las mañas y las artes non sanctas. Nada nuevo.
Para arrancar el encuentro disputado en la cancha 2 maderense, la escuadra albinegra iba a repetir la formación de los últimos partidos. Alca; Ricky, Chulo, Musgo; Javi, Bollo, Boto; Fran, Tierno. Afuera esperaba su oportunidad Casta. La barrabrava se ausentó nuevamente, lo cual a esta altura habla a las claras de una relación rota.
Comenzó a rodar el fútbol a las 11.22 de la soleada mañana dominical. Como era de esperarse, Resto salió decidido a comandar las acciones del encuentro. Una clarísima muestra de ello es que al mover la pelota del círculo central, Pablo presionó a los defensores rivales y ganó un corner antes de los 10 segundos de juego. En los primeros minutos Resto buscó la apertura del marcador. Pablo se las ingenió para rematar desde la izquierda, pero la jugada no pasó a mayores. En otra chance, tras una buena jugada por la banda zurda, el Tierno recibe a la derecha, se acomoda para su zurda y dispara, pero contiene el portero rival. La más clara de la primera parte estuvo en los pies del mariscal de casi dos metros. Tiro libre ejecutado por este servidor desde la izquierda, Musgo no llega a desviar la trayectoria, el arquero despeja defectuosamente, y el Chulo captura el rebote en el borde del área, dándole destino de gol, de no ser por una pierna salvadora que vaya uno a saber quién carajo puso en la línea de gol. Parecía que el primero estaba al caer, y cayó nomás, pero en nuestro arco. En su primera "aproximación", vamos a llamarla así para ser generosos, el equipo que utilizaba la camiseta de un club sin barrio que pelea por no irse al Nacional B, consigue un tiro libre a su favor, prácticamente a la altura de la mitad de la cancha. El pelotazo es enviado al área, con potencia, el viento ayudó a la parábola que describió la bocha, y el Alca, ya pensando en el pedazo de vacío jugoso con criolla que se iba a clavar un par de horas más tarde, se confió y nos retrotrajo a nuestras peores pesadillas. Gol de Vasco Viejo, que sin siquiera haberse acercado al área de la costanera, se ponía 1-0 arriba.

Se puede ver en la imagen el tardío intento de reacción del Alca, y el gol que sería el único del partido


Resto sabía que no debía desesperarse. El equipo estaba jugando uno de sus mejores partidos, creando situaciones, dominando el juego y moviendo bien el balón. Pablo se juntó con Javi en una serie linda de toques. Fran se movía por todo el ancho del campo buscando una diagonal que lo deje cara a cara con el arquero. Musgo pasaba al ataque por la banda derecha, y este cronista remataba desde lejos un par de veces, con relativo peligro. Antes del cierre, Pablo madruga al arquero en una pelota que parecía perdida, y con un cabezazo estuvo cerca de decretar la igualdad. Pero no. El primer tiempo concluiría con un marcador injusto según el desarrollo del juego, pero inapelable, ya que ellos habían metido la pelotita en el arco una vez, y nosotros nunca.
El segundo tiempo comenzaba de la misma forma que se había ido el primero. Resto del Mundo ejerciendo un monopolio total de la pelota, de las acciones y de los ataques. Su rival, haciendo tiempo hasta límites intolerables (con la complicidad del juez del partido, que recién iba a tomar protagonismo en los últimos minutos), defendiéndose de manera eficaz, y buscando enganchar algún contraataque que definiera el partido, pero que nunca llegaría. En este segundo tiempo, Resto perdió parte de la claridad que tuvo por momentos en la primera parte. Boto dejó su lugar a Casta, que jugó bien abierto por la derecha. Musgo se convirtió casi en un carrilero, llegando hasta posición de rematar. Atrás quedaban espacios, la defensa estaba parada casi en la mitad de la cancha, pero el anémico ataque de Vasco Viejo no era una amenaza. Lo único que importaba era conseguir el gol de la igualdad.
Cerca de los 15 minutos, después de que una jugada sobre la izquierda que terminó en corner, y que un rival pateara la pelota a cualquier parte por enésima vez ante la mirada impávida del señor de negro, se produjo un confuso episodio que involucró a nuestro delantero con más ternura del plantel, manotazos, entredichos, y dos expulsiones: una para el número 11 de RdM, y otra para el defensor contrario. El partido debía continuar 8 vs 8, pero Resto sufría la baja de su as de espadas en la delantera. Poco después, quien estas líneas escribe comanda un ataque por el centro, levemente hacia la izquierda, y con cara interna de botín diestro, busca el palo más alejado del arquero, que desvía esforzadamente y contiene en dos tiempos. Los minutos corrían, Resto se desesperaba por llegar a la igualdad. El mejor jugador del vino de la etiqueta amarilla comienza una apilada por izquierda, deja un hombre en el camino y es luego cortado por Peralt sin infracción. Acto seguido, se deja caer acusando una lesión (que luego comprobaríamos al irse reemplazado y rengueando). En ese momento, dudando de la honestidad de su adversario, el número 2 FDFR le exige que se incorpore, y al no conocer su nombre, lo llama por su profesión. Se ve que el 5 de Vasco Viejo desconoce el trabajo con el que su compañero se gana el pan diariamente, porque, sumido en una profunda indignación, le pregunta a nuestro zaguero qué es lo que le había dicho. "Payaso, vos y todo tu equipo", retruca nuestro querido Ricky, para que no queden dudas. Como no lo había hecho a lo largo de todo el partido, el 5 metió un pique corto sorprendente para ponerse cara a cara con nuestro querido compañero, y mostrarle de cerca lo bien que le había quedado el Corega para fijar su dentadura postiza. En un rapto de castrillismo agudo, el colegiado revolea otras dos cartulinas rojas, una para este personaje, y la otra para la Mula. Por buen tipo, diría uno de los relatores más detestables de la Argentina.
El partido se había desnaturalizado. Quedaban 5 minutos, y estábamos 7 vs 7. Pero Resto tenía que empatarlo, y siguió yendo y yendo como loco. A esta altura con Peralt solo en la defensa, con este cronista acercándose a dar una mano y tratar de llevar la pelota, con Casta de puntero derecho, Musgo de volante por derecha, Javi, que se había comido un pelotazo en la trucha y no entendía nada, tirado en la izquierda y Fran como 9. Tiramos centros, tiramos corners, hicimos lo que pudimos, pero nada parecía cambiar la pizarra final.
Tiempo cumplido y el árbitro agrega 4 minutos de tiempo recuperado (Futbol para Todos - Todos los derechos reservados). Después de un tiro de esquina sobre la izquierda que no tuvo consecuencias, la pelota queda por la derecha del ataque, en la posición del Amigo de los Niños. Fran tira el centro, la pelota cruza todo el área, y encuentra a Musgo, quien entrando solo por el segundo palo, para la pelota, define de derecha con el arquero ya vencido, y....desvía su remate por escasos centímetros. La pelota pega en la parte de afuera del arco, y RdM no tiene la suerte de que le cobren esos goles como a otros equipos. Saque de arco, chau ilusión de empatar. No quedaba tiempo para nada, parecía. Pero no era tan así, porque en la última de todas, Javi (que se había comido el segundo pelotazo en la cara -gracias Musgo!- y ya a esta altura no podía con su alma) se las ingenia para meter una pelota cruzada deliciosa de derecha a izquierda, para la llegada de Fran que pica al gol desde 3/4 de cancha. El 9 va mano a mano por el empate, no logra acomodarse para la derecha, y ante la llegada del defensor y la salida del arquero, define de zurda, flojito, desviado, deja de rodillas a este cronista en mitad de cancha demostrando la inexistencia de Dios, y termina de sentenciar el score final. Pitazo del juez, derrota para el equipo albinegro, que así vio caer su invicto en el torneo. Después del final se originaron hechos bochornosos que desde este espacio periodístico condenamos, y que no vale la pena volver a traer a colación, pero que arrojaron como saldo la expulsión post partido del guardavalla Alca, lo cual nos deja un panorama sombrío y repleto de dudas para armar la formación del próximo partido.
Es momento de ver de qué estamos hechos. Sufrimos el primer e inesperado golpe, con el agregado de traer consecuencias para lo que viene. De nosotros dependerá tener la inteligencia para atravesar este momento de la mejor manera, para disimular la ausencia de los suspendidos, y para continuar prendidos en lo más alto de la tabla. Las chances están intactas, sólo se decidirá según lo que hagamos en el verde césped.

Es gol, es gol!!! No...


Uno x Uno:

Alca (4): se comió el gol por un mal cálculo, y de yapa lo coronó con una expulsión que complica el panorama. Ya habrá mejores domingos.

Musgo (6): en la marca, sin sobresaltos, fue el alma del equipo cuando hubo que empujar en busca del empate. Tuvo el empate en la más clara, lamentablemente no pudo ser.

Chulo (6): defendiendo con 3, con 2 o con él solito con su alma, siempre sólido, siempre seguro para cruzar. Le sacaron una pelota en la línea cuando estábamos 0 a 0.

Ricky (4): foul innecesario en el gol, aunque eso no lo hace responsable. Después, en la marca bien, pero se hizo echar infantilmente entrando en el juego del rival.

Boto (4,5): no fue uno de sus mejores partidos. Por momentos pareció un poco perdido en la cancha.

Bollo (5,5): buscó la pelota y fue la manija en el buen primer tiempo. No supo dar orden en el segundo, y sigue sin entenderse con el tuerto Tavani. (gracias Ricky)

Javi (5,5): de los más claros con la pelota. De todos modos no tuvo la gravitación de otros partidos, aunque se las rebuscó para dejar toques con su sello.

Fran (5): mucho despliegue, poca claridad. Definió mál y se perdió la última mano a mano.

Pablo (4,5): jugando, de lo mejor de Resto, creando peligro especialmente en los primeros minutos, pero nos dejó con 8 en el peor momento.

Casta (5): entró bien, intentó por la derecha y estuvo movedizo. Casi llega a un rebote de gol pero el arquero controló.

Hinchada: poca, poquita. El frío y los exámenes le jugaron una mala pasada a la poco seguidora barra del albinegro. No vengan a pedir camisetas y a sacarse fotos cuando estemos tomando Chandon en Cocodrilo...

2 comentarios:

gus dijo...

Emocionante. La proxima que venga con anteojitos 3D

HP dijo...

Muy buena la crónica, bastante fiel a la realidad.
Hay que seguir metidos, estamos ahí.